La actriz, que participa en el rodaje de la película “Santiago Apostol, el hijo del trueno” ya ha realizado su tradicional posado con el que da comienzo la estación estival.
Son tantos años con esta costumbre que parece que el verano no empieza hasta que Ana Obregón realiza su ya clásico posado del verano. Eso sí, lejos quedan esos biquinis que dejaban poco a la imaginación colocados en un cuerpo que “retozaba” entre las olas y jugueteaba con en la arena de la orilla. Posturas imposibles y mucho erotismo que han ido dulcificándose con el paso del tiempo pero que han ganado en estilo. En esta ocasión, la actriz se mostraba espectacular en unas fotografías tomadas en Ibiza con ropa de la web “La Gran Tienda”, en la que colaboran muchos famosos y en la que cada uno tiene su “espacio virtual”. La también bióloga, que en septiembre volverá al teatro con “Sofocos Plus”, confiesa mantener su cuerpo con yoga, baile, meditación y mucho trabajo. Por eso, peinada de época se dejó ver, sonriente, entre los muros del castillo de Soutomaior donde, hasta no hace mucho, ha estado rodando la película “Santiago Apóstol, el hijo del trueno”, donde interpreta a la “Reina Loba”, hija de Julio César y uno de los papeles protagonistas del elenco, junto al actor argentino Julián Gil (“estrella” de las telenovelas latinoamericanas). Además, en dicha producción figuran otros populares como Ivonne Reyes (que acaba de romper con su novio) y Bertín Osborne.
En cuanto al plano sentimental, Ana ha confesado que no se encuentra en disposición de tener pareja. Es más, ha aparecido en varias ocasiones con una camiseta en la que puede leerse, en inglés, “No novios, no problemas”, algo que ella se toma con sentido del humor y sobre lo que suele hace numerosos comentarios hilarantes. Tan guapa como siembre, la que es una de las mujeres más populares de nuestro país disfruta de un verano fantástico y de fiestas como la de Theresa Bernabé en Marbella a la que ayer acudió como “embajadora del lujo” aunque colaborando con una buena causa como la de Cruz Roja. Una mezcla perfecta, “glamour” y solidaridad, para aliviar todas las conciencias.
