Mientras que el sector de la belleza parece estar recuperándose rápidamente, desde la moda se nos informa que sufren la mayor crisis de los últimos tiempos. Nos acercamos al panorama empresarial sevillano actual a través de diferentes testimonios de protagonistas directos.
Clínica Verkomed
Agradablemente sorprendido, el doctor Bartek Kosmecki ha visto cómo, incluso desde el confinamiento, no dejaban de llegar, a los teléfonos de los dos centros de Clínica Verkomed, solicitudes de pacientes interesadas en que se reanudara la actividad. “Tenemos los próximos dos meses con la agenda llena”, nos confirma el responsable de esta empresa donde, al igual que en la mayoría del resto del sector, todas las medidas de seguridad son pocas. “Es muy duro trabajar con dos mascarillas, pero lo hacemos por los pacientes. Entre uno y otro todo se desinfecta con alcohol de 96º y contamos con ozono, para purificar el ambiente, y hasta hemos pintado las paredes con una pintura que mata el virus. Todo el mundo tiene miedo de salir de sus casas, pero sabe que, en nuestro caso, al ser personal sanitario, las garantías son plenas”.
Dedicado a sus hijos mellizos de 9 años durante estos dos meses de encierro, este especialista aclara que el Coronavirus ha llegado para quedarse y que, mientras antes aceptemos que va a formar parte de nosotros, mejor. En cuanto a lo más demandado, son los tratamientos de relleno de labio los que, por ahora, ganan la partida. “Es curioso porque estamos tapados por la mascarilla y la boca no se ve pero, por otro lado, eso mismo evita que se note la hinchazón que se produce al día siguiente”, continúa Kosmecki concienciado en que, si quiere atender a quienes le necesitan, este verano no podrá cerrar las puertas de su negocio. Además, las consultas en medicina estética, según el entrevistado, precisan una revisión personal. “No soy partidario de diagnosticar a nadie on line. Más del cincuenta por ciento de las videollamadas, las llamadas o los mensajes distorsionan el proceso pues hay que tocar la piel y ver el estado que cada uno presenta”. Tomamos nota.
c/Luis Belmonte, 2 Tf.: 673133856
Sevimer
“Para la moda, ésta es la mayor crisis que hemos vivido en los 30 años que lleva mi empresa. La del 2008, al lado de lo que se nos presenta, fue una broma”. Con tan contundentes declaraciones pone sobre la mesa Francisco Castaños, gerente de Sevimer -especializada en fornituras y tejidos-, la situación que nos asola. Abiertos desde el día 11 -y con las nueve personas de equipo trabajando-, llevan dos meses con una facturación “testimonial” y afrontando pagos de hasta 400.000 euros aunque, de momento, están pudiendo resistir. “Una empresa normal, gracias a la caja, puede aguantar dos o tres semanas, pero un mes sin ingresos es letal. Y luego, las ayudas, te quitan un problema hoy, pero te lo encuentras mañana. No se genera nada, pero se siguen pagando los seguros sociales, los alquileres, proveedores…”.
Un panorama bastante negro que viene a tambalear más aún los cimientos de un área que ya venía debilitada por las plataformas online y el comercio asiático. “Hemos sufrido el mayor daño posible en el peor momento posible, cuando se servían las colecciones primavera-verano y se celebraban las Ferias, la Semana Santa, bodas, comuniones… O ha habido impagos, o se ha devuelto el material o éste se ha quedado colgado”, reflexiona nuestro entrevistado que, como una salida momentánea, apunta al incremento de manualidades infantiles y de la fabricación de mascarillas y material sanitario.
c/ Artesa 0 Nave 3
Tak Sevilla
Tak Sevilla es el nuevo nombre con el que, José Luis Bustamante y su mujer, Babette Pérez, están reflotando lo que hasta ahora ha sido el Restaurante Zarabanda, situado en la Gavidia y que, como todos, de la noche a la mañana vio cómo cerraba sus puertas. “Lo hemos pasado muy mal porque, aunque tuviéramos un colchoncito, un local de estas características cerrado es una ruina. Nadie ha perdonado nada y la incertidumbre es horrible. Pasan los días y no sabes qué hacer, no hay fecha de nada, los impuestos no se paralizan, el personal no ha entendido la situación…”, nos confiesa este empresario que, eso sí, ha buscado la manera de intentar, al menos, salvar estos meses. “Mi esposa, que es de Estados Unidos, me contaba que allí son muy habituales las “cocinas fantasmas”, es decir, restaurantes que tienen hasta varios tipos de comida pero que solo funcionan bajo pedido.
Por eso hemos decidido crear Take Away Kitchen o, lo que es igual, Tak Sevilla (www.taksevilla.com)”. Con solo diez días de funcionamiento en el ámbito de Sevilla, este emprendedor ofrece desde sus deliciosas pizzas a bollitos preñados pasando por bufés de ensaladas (con 20 o 25 ingredientes para combinar), costillas a la brasa cocinadas durante 36 horas, pollos asados y hasta caracoles. Un surtido sencillo al que también se incorporan catas de vino que, por 20 o 25 euros, se sirven a domicilio. Más calidad a mejor precio, imposible.