El genial bailaor regresará del 28 de noviembre al 1 de diciembre al Teatro Quintero, donde ya esta semana ha colgado durante 4 dias el cartel de “no hay billetes” con su espectáculo “Improvisao”

Josan Muñoz (@josan_ms)

Debutó con 5 años en Broadway y con tan sólo 15 años creó su primer espectáculo propio. Desde entonces muchos han sido los logros del sevillano (elegido como una de las personas más bellas del mundo por la revista “People”) que está al frente de una academia de danza en nuestra ciudad donde difunde los preceptos de la escuela de su abuelo Farruco. Padre de un bebé, el artista reconoce improvisar tanto en su vida como en este nuevo espectáculo en el que se deja llevar, despojándose de artificios y buscando la autenticidad de las fiestas gitanas de su infancia.

-¿Cómo está siendo “Improvisao”?

-Un espectáculo que parte de lo que más me apetece en este momento. Bailar “improvisao” para seguir aprendiendo, pensando que el origen del flamenco era así, con una guitarra, un cante y un baile, sin tanta escenografía o un sonido complejo. Me muestro más que nunca tal como soy y lo que verdaderamente me gusta, defendiendo los orígenes de cómo aprendí en mi casa.

-¿Eso es más fácil o más difícil?

-Están siendo 8 espectáculos diferentes, con un artista invitado cada día. Es más complicado porque no tienes nada que sepa que va a gustar porque ya lo has ensayado y sabes que eso funciona.

-¿Cuándo ve que bailan flamenco con una gallina en la cabeza que le parece?

-Y todo tipo de animales… Me da pena que se utilice la palabra flamenco para todos estos montajes donde se presenta algo en modo de exhibición, de decir “mira que moderno soy y como puedo hacer algo tan extravagante que ni siquiera yo sé lo que estoy haciendo”. Eso si, cuando una persona tiene una nueva propuesta desde el alma y el corazón, y encima ves buen flamenco… ¡Gloria bendita! Tengo 31 años y estoy identificado con mi tiempo, pero no quiero tener que llevarme un librito para enterarme del espectáculo.

 -Su familia esta muy presente en su baile, ¿no?

-Puedo hacer este espectáculo gracias a donde he tenido la suerte de nacer. Es una forma de expresión que sale siempre que hacemos una fiesta en la casa de cualquiera, en la que nos olvidamos de lo profesional, bailando y cantando al servicio de la música y de complacer al que escucha, no de exhibirme a mi mismo. Da igual lo que se haga si es con gusto, tacto y conocimiento sobre todo.

-Porque… ¿Flamenco hay que nacer?

Si naces llevas la ventaja de haber crecido con eso, forma parte de ti y no de tu profesión. Luego tienes que saber aprovecharlo y que te guste. Tengo familia directa que ha visto a mi abuelo toda la vida y no les ha llamado la atención. Si te interesa esta profesión, antes de darte cuenta de lo que es ser flamenco ya lo eres.

-¿Se es flamenco todo el día? ¿Y artista?

-Artista no, pero flamenco si. Hay un idioma y una forma de ser dentro del flamenco sin que tenga que haber cante y baile. A mi me ha ayudado en muchos aspectos de mi vida personal. Lo de ser artista todo el día se lleva menos y hay que ser persona ante todo, escuchando al que se acerque a ti y atendiéndolo. Mucho más si te admira.

 -¿En su vida también improvisa?

-Mucho, casi vivo al día. Intento pensar en el mañana ahora un poco más porque tengo un hijo y miro por su futuro. Doy gracias a Dios por despertar e intento disfrutar de ese día, porque también he tenido muchos momentos en los que he dejado pasar el tiempo pensando en lo que vendrá después.

-¿Se siente a veces mirado con lupa?

-Hay público que viene a examinarte en vez de a disfrutarte. No quiero estar, como la gente dice, a la altura. ¿A la altura de qué y de quién? Cada día tiene menos sentido eso en mi vida. Me gusta disfrutar y complacer con mi forma de bailar y expresarme, exigiéndome más a mi mismo cada vez. Lo que no quiero es alejarme de lo natural y de lo que uno es.

-¿Sufre con las críticas?

-Las tengo en cuenta siempre y aprendo de ellas, pero sin dejar de comprender que es la opinión de una minoría. La mayoría es el público. Si ellos no respondieran sería capaz de dejar de bailar. Lo haría en casa o con mis amigos pero no tendría sentido seguir.

-¿Piensa que el gitano está en un nivel superior en el flamenco?

-Nunca lo pondré por encima de los demás pero si afirmo que el gitano es el origen de esto. El que no tenga claro que el flamenco lo hemos traído los gitanos, mal va. Pero tampoco por ser gitano está todo ganado…

-¿Será su hijo flamenco?

-Si el quiere lo apoyaré en todo, pero si se va a dedicar que lo haga desde abajo, con respeto y dedicación. Si no lo es no pasa nada. A mi nadie me impuso el baile cuando era un niño, pero me gustaba y mi abuelo quiso enseñarme. Soy el mayor de 4 hermanos, y “Farru” y “El Carpeta” bailan, pero la más pequeña, Alegría, no. No le gusta y en lo que quiera hacer se le apoyará, como pasará con mi hijo.

-¿Se está sorprendiendo en su faceta como padre?

-Pensé que iba a ser más “tonto”, de esos que se dice “na’ más que se cree que tiene hijos ese”. Trato de ser lo más comprensivo posible, dándole cariño y siendo paciente. Me gusta más aprender de ellos que enseñarle cosas que ni nosotros sabemos si estamos haciendo bien.