Aunque lleva poco tiempo en la ciudad, ya ha conseguido hacerse un hueco en el hermético mundo de la moda sevillana, desfilar en grandes eventos o vestir a artistas como María Carrasco, Tennesoya o Melody, cumpliendo así sueños de cuando estudiaba en su país natal, Colombia.
Con tan sólo 29 años, y no sin dificultades y trabas por el camino, Felipe Duque está empezando a ser conocido como un referente que ha traído aires frescos a la moda de nuestra tierra. Un creador emergente que tiene entre sus proyectos la puesta en marcha de un nuevo “atelier” y la participación en importantes eventos del sector con los que está ampliando horizontes, demostrándose a sí mismo que se puede ampliar horizontes si uno cree con firmeza en lo que hace.
– ¿Cómo han sido los comienzos fuera de su país?
– Muy difíciles. Me vine a España después de haber estudiado Diseño en Colombia y ya tengo historias para escribir un libro. Trabajé como asistente en una peluquería, cuidando a una señora mayor…
– ¿Y cuándo pudo dedicarse al diseño?
– Comencé haciendo arreglos de ropa en Madrid, en casa de una familia colombiana. Posteriormente hice una prueba para trabajar con el diseñador Francisco Serrano, Gitano, y ya con él conocí a la persona con la cual comparto mi vida y que me hizo ver que podía encauzar mi futuro de otra forma. Decidí ampliar mi formación. Algunos decían que no triunfaría aquí sin ser andaluz pero creo que estoy en el buen camino.
– Para ser diseñador, ¿basta con hacer un curso o se necesita algo más?
– Mucho más. Hace falta pasión, corazón y estar enamorado de la profesión. Es necesario saber coser y dibujar. No es diseñador el que sólo pone un nombre. No puedes decir si algo está mal acabado si no sabes coser.
– Ahora que se ha formado ¿se lo siguen poniendo complicado?
– Yo me he sentido muy querido, me han acogido muy bien en el sur. La ventaja de países como España es que ayudan a los nuevos diseñadores con eventos para promocionarlos. Eso no es igual en todo el mundo. Tengo mucho que agradecer a los célebres modistos Antonio García y a su hermano Fernando, que me han ayudado en todo.
– Desde fuera, ¿Cómo ve el estilo de la mujer andaluza?
– La mujer de Sevilla está a la altura de una chica parisina, no tiene nada que envidiarle. Lo que no me gusta tanto es el maquillaje. Tienden a querer parecer demasiado morenas y luego se les ve el cuello blanco.
Melody vestida por Felipe Duque para Sevilla Magazine. Foto: La Petitè Chambrè
– Ya que también viste a hombres, ¿qué cambiaría del estilo masculino de aquí?
– Me gusta el aire masculino y torero, pero los modernizaría. Al chico que quiero vestir es más actual, se atreve con todo, no es tan clásico ni tradicional.
– ¿Qué imagen tienen los colombianos de la moda española?
– En Colombia todo lo que se hace en el viejo continente es un referente, pero, concretamente la moda española es una gran desconocida. De hecho, se piensa que aquí las mujeres se visten de flamenca todos los días y los hombres de corto. Actualmente, con las nuevas tecnologías, suenan más los eventos de moda que nada tienen que ver con lunares y volantes.
– ¿Se está dejando influenciar por nuestro estilo?
– Vengo de un país en el que se enseña mucho y se utiliza mucho el brillo. Aquí todo es más sobrios, se huye de la extravagancia y del llamar la atención porque sí. He aprendido a confeccionar prendas sensuales sin necesidad de enseñar toda la artillería pesada.
– ¿A quién le gustaría vestir?
– A Belén Esteban, porque ella es un personaje del pueblo al que casi nadie quiere ofrecerle sus creaciones. La mayoría diría que quiere vestir a Carmen Lomana, Isabel Preysler o Paula Echevarría, pero para mí ella sería un reto. Seguro que pone más obstáculos para dejarse asesorar y quiero que, de una vez, se quite los vestidos del chino. También me gustaría diseñar para Mercedes Milá o a Alaska.
– ¿A qué hombre vestiría?
– A Jesús Vázquez. Me gustaría darle un giro a su estilo, un toque más actual. Que lleve chaquetas de lentejuelas o pantalones rosas no significa que sea moderno.
– ¿A quién no vestiría jamás?
– A una folclórica. No estoy dentro del mundo de las batas de cola. Le tengo mucho respeto porque es un gran trabajo, pero es algo en lo que yo no me siento cómodo.
– ¿En quién se inspira cuando crea?
– Para mí, musas son todas las mujeres. Como profesional, mi trabajo es que la clienta se sienta bien, se reconozca y se vea guapa, independientemente del cuerpo y de su estilo. Me gusta que mi ropa sea asequible, para todas, no sólo para modelos de 90-60-90.
Otro diseño de Felipe Duque. Foto: La Petitè Chambrè
