Experto en crecimiento personal y doctor en Ingeniería Electrónica, Félix Torán resume sus conocimientos sobre la conducta del ser humano con un libro, “Ecología Mental para Dummies”, muy útil para encauzar con sabiduría nuestros pasos en el duro camino de la vida
Ocho libros, más de 110 publicaciones científico-técnicas y un amplio bagaje de trece años constituyen una carta de presentación más que atractiva para interesarse por el nuevo trabajo de Félix Torán, “Ecología Mental para Dummies”, donde uno puede encontrar reflexiones tan interesantes como que Buda consideraba que el origen del sufrimiento humano se encuentra en el deseo, la aversión y la ignorancia. O que, en el universo, todo –confirmado esto por la física cuántica- está unido a todo… Muchas cuestiones que, si somos receptivos, pueden dar un giro de 180 grados a nuestra vida.
¿Cuál es la diferencia de su publicación respecto a otras de autoayuda?
A mí no me gusta llamar a los míos “libros de autoayuda” sino ensayos de “crecimiento personal”. Los primeros te ofrecen elementos para que tú resuelvas problemas de jardinería o cocina pero lo mío es otra cosa. Estamos conectados a los demás porque somos parte de un ecosistema sociocultural donde hay personas, algunas tóxicas, e interrelaciones. Lo único que nos hace pensar que estamos solos es el “ego” pero, en realidad, no lo estamos. Si soy menos tóxico, soy más feliz y hago más felices al resto.
¿No le parece que se nos está vendiendo demasiado que podemos lograr lo que nos propongamos?
-Eso produce frustraciones aunque en cierta manera es cierto que, si los logros que nos planteamos son realistas, pueden alcanzarse. Lo que pasa es que para vencer es mejor dividir. Para ello la base es tener una misión, orientarse hacia una dirección concreta y hacerlo escalón por escalón. Eso te provoca objetivos a medio plazo. Tampoco puedes quedarte sentado en tu sillón con lo que hay que ser proactivo y tener una actitud mental positiva. La proactividad es la ley de la “causa-efecto” en el Universo. Al desear un objetivo (efecto), hay que provocar una causa. Es como quien quiere manzanas y siembra un peral… El que no entiende eso tiene resistencia interior.
Pero esto no es ciencia, ¿no?
Hombre, la ecología mental es criticada por no estar científicamente demostrada pero, a pesar de eso, yo tengo una larga experiencia que me ha permitido corroborar muchas afirmaciones. Soy humanista y científico pero no mezclo.
¿En qué fallamos más?
Primero en que no somos realistas. Ser ambicioso no está mal pero, ambicioso e impaciente, sí. Lo queremos todo mañana por la mañana y así no funciona. En el amor, por citarte una parcela, debes pensar qué tipo de persona quieres, un ideal sin nombre ni apellidos que a lo mejor tienes al lado y no descubres porque, algo frecuente, estás cerrado. Y es que el error más frecuente es poner límites, prejuicios que nos condicionan. Si piensas que no vales para el éxito, sino para servir, perderás mucho. Por eso hay que poner “atención plena”, que es algo que procede del budismo (no de la psicología), que no es de ahora (tiene más de dos mil años) y que no viene de América (sino de Asia).
Empecemos pues a dar pasos…
Quita las malas hierbas. Arráncalas de raíz y siembra semillas positivas hasta que florezcan. Aparte hablo de las emociones tóxicas más extendidas: ira, odio, venganza, resentimiento… Nos hacen daño a nosotros y a los demás (con los que hay que reforzar los vínculos).
¿A partir de cuándo se perciben los cambios?
Los expertos afirman que un hábito, bueno o malo, se instala y funciona en el subconsciente en tres semanas. Si pusiéramos de nuestra parte, nos sorprenderíamos. Eso sí, es alcanzable el bienestar, pero no la felicidad. Muchos tienen éxitos sin ser felices… Los seres humanos necesitamos saber por qué y para qué estamos aquí.
¿Y eso cómo se descubre?
Todos tenemos una misión, algo que hacer y eso es lo que debes descubrir madurándolo poco a poco. El que da más, recibe más. Es importante tener gratitud para recibir y generosidad para entregar.
Hábleme de la parcela del trabajo…
Confundimos “trabajo” con “empleo”. Éste es por obligación y no siempre gusta. El trabajo es por vocación. Hay que fluir…
¿Y en las relaciones sentimentales? ¿Qué nos recomienda?
Una pareja ideal no son dos que buscan solución en la otra mitad. Eso es necesidad. Las parejas más felices, y me incluyo en ellas, son las que se forman con personas completas que se unen para sumar.
