A sus 26 años, “El destro” será mañana el único sevillano que participará en la “batalla de los gallos”, final nacional de esta iniciativa rapera de Red Bull que tendrá lugar en la Cartuja

Ricardo Castillejo

Está en paro aunque tiene estudios como técnico superior de espectáculos aunque, desde los doce años, se introdujo en la cultura del hip hop. Ahí, seducido por el rap, el sevillano Fernando Sarmiento, “El destro”, ha ido perfeccionando una técnica de improvisación de la que mañana sábado desplegará todas sus dotes en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo donde tendrá lugar la “Batalla de los Gallos”. Un concurso iniciativa de la firma Red Bull donde, en la final, se enfrentarán 16 participantes de toda España (se presentaron alrededor de 80) de los que solo uno se proclamará vencedor. ¿Qué hay que hacer? Ser más ingenioso que el contrincante –va haciéndose todo por parejas-, lanzándole “insultos” en rima que demuestren la superioridad de uno de los dos “gallos” de este singular corral…

-¿Cómo empezó su afición por esto del rap?

-Hace catorce años por lo típico. Me empezaron a dejar discos en clase, después te planteas letras propias… En 2003 participé en mi primera batalla de raperos en Sevilla y ahí gané grabar un maxisingle de tres canciones.

-Porque, ser un “gallo”, ¿qué supone?

-Es una movida de “marketing” comparando el “gallo” con el “chulo”. Gracias a este término ha nacido una modalidad a través de la que los raperos se insultan.

-¿Usted se ve muy “gallo”?

-Sí. Me gusta presumir de lo poco que tengo y, la verdad, soy chulo…

-Lo que pasa es que, desde fuera, parece algo violento, ¿no?

-Todos tenemos un punto de agresividad y mejor desahogarte sobre un escenario que con violencia real. Nosotros somos muy buenos amigos. No hay rencillas ni rencor.

-¿Se entrena de alguna forma concreta?

-Escribiendo mucho, leyendo, cogiendo rapidez mental. Muchos chavales tienen esa habilidad. Hay que controlar, estar tranquilos y dejar que fluyan las ideas.

-¿Cuál es el ritual del concurso?

-Suben dos y cada uno tiene un minuto para decirle al otro lo que quiera y, a continuación, otro minuto más para responder. El jurado, que es quien determina el ganador, lo forman raperos profesionales, aunque desconocemos quiénes son exactamente.

-¿Por qué “destro”?

-Por “destroyer”. Eso lo explico en “Contraste”, un tema de mi grupo, “2yyassta”. Tengo un serio problema con la electrónica y las cabinas de teléfono. Me las cargo y, en vez de gafe, prefiero “detroyer”. Es más contundente (risas).

-¿Le gusta lo que hace a su madre?

-Claro. Lo mismo hubiera preferido que fuera abogado, pero me apoya.

-¿Novia tiene?

-Acabo de romper una relación de tres años y me estoy reponiendo.

-Pero, ¿los raperos se enamoran?

-¡Claro! Somos personas! Yo estoy en desacuerdo con los tópicos del rapero. Cualquiera puede adaptarse a la cultura hip hop. Los hay rastas, gitanos, canis… Me enamoro y mucho igual que otros a los que no les gusta el rap y no se enamoran.

-Voy a decirle algunos nombres de sevillanos que tocan este estilo y me hace alguna reflexión sobre ellos… Haze, por ejemplo…

-Un buen profesional…

-¿La Mala Rodríguez?

-Ritmazo. Un pedazo de artista que ha creado un estilo propio y ha marcado tendencia.

-Junior…

-No soy fan de su música. Forma parte de ese grupo al que llaman raperos pero que están fuera del hip hop.

-Rasel…

-Un buen amigo. Hemos compartido actuaciones y me siento muy orgulloso de él aunque se haya distanciado del rap.

-¿Cómo ve Sevilla en este mercado?

-Ha tenido épocas muy buenas, gracias a “SFDK” o a “Toteking” y ahora está un poco más parada pero aquí el rap ha calado. Sevilla huele a rap…