Hasta el 1 de noviembre es el reencuentro con el Festival de las Naciones después de un año de pandemia en el que no estuvo presente pero donde, en Sevilla, le echamos mucho de menos. Al fin y al cabo, se trata de la cita más destacada del otoño en nuestra ciudad y una oportunidad única para, por ejemplo, acceder a la más exclusiva artesanía.


Y es que en las instalaciones del Prado de San Sebastián podemos encontrar piezas como las de María Bilbao, stand que se estrena en esta edición y donde su propietaria nos explica cómo ofrece a los visitantes complementos en plata de ley o bañados en oro procedentes de Italia, Tailandia o Turquía. “Son modelos de los que solo traigo una referencia, algo que aquí gusta mucho puesto que garantizamos que nadie más llevará lo que hayas adquirido”, nos explica esta empresaria muy ilusionada con la experiencia. “La gente tiene ganas de volver a la vida normal y recuperar lo que antes se hacía”.


Por su parte, David García, otro que también comienza su andadura en el Festival, ha optado por los artículos de piel confeccionados en Ubrique, tierra donde se realizan trabajos para las primeras marcas de moda más importantes del mundo. “La calidad en las terminaciones ha provocado el que firmas como Carolina Herrera, Loewe o Vuitton encarguen en nuestra localidad sus referencias”. Así, tenemos la oportunidad de acceder, a unos precios increíbles, a una calidad y diseño en bolsos, carteras o llaveros que nos sorprenderá y nos convencerá para repetir en la visita.


Vajillas de alabastro, cuencos tibetanos, lámparas de sal, objetos de decoración… Más de lo que podamos imaginar nos espera en el Festival de las Naciones. Un perfecto rincón para soñar… y para comprar.


