Ayer tuvo lugar la “Gala Starlite” en Marbella, el evento con más rostros populares del verano convocado por un anfitrión de excepción como es Antonio Banderas, acompañado siempre por la empresaria Sandra García-Sanjuán
por Ricardo Castillejo
No hay ningún evento en verano (y pocos el resto del año) con tanta capacidad de convocatoria como la Gala Solidaria Starlite. No es de extrañar puesto que su anfitrión, Antonio Banderas, es uno de los artistas más queridos de nuestro país y, además, uno de los que más carisma tienen, gozando del favor de un público, famoso o no, que no tiene ninguna duda en acudir a cualquiera de sus llamadas. Ésta es fija de cada verano -y van diez ya-, y la hace en compañía de Sandra García-Sanjuán, alma mater del Festival Starlite y una visionaria empresaria que supo ver en su momento cómo la marbellí cantera de Nagüeles tenía el potencial para convertirse en la cita, musical y lúdica, que es en la actualidad.
Allí se dan cita muchos cantantes durante julio y agosto y allí se produce, coincidiendo con el cumpleaños de Banderas, que el sábado cumplió 59 espléndidas “castañas”, una cita solidaria, la de ayer, que, para empezar, cuenta con una “alfombra roja” de infarto. Desde Eugenia Martínez de Irujo a Carmen Lomana, desde Carlos Rivera a Diego Torres pasando por la princesa Marta Luisa de Noruega, David Bisbal, Fernando Tejero, Almudena Fernández, Santiago Segura, Loles León, Valeria Mazza, Antonia Dell´Atte, Ivonne Reyes, Laura Sánchez, Arancha de Benito, Rosa López, Rosario Mohedano o el internacional Joseph Fiennes, lo que pudimos vivir fue un auténtico derroche de lentejuelas, joyas y glamour todo, eso sí, con la intención de ayudar a fundaciones como la de Lágrimas y Favores, de Antonio, o la Starlite, de Sandra.
Más de 1.600.000 euros recogidos en esta década que se vieron aumentados con los 600.000 de una fiesta en la que, durante la subasta -maravillosamente animada por Luján Argüelles-, se pujaron 270.000 euros por un retrato exclusivo de José María Cano. Más allá de los viajes y experiencias de aventura y belleza, está claro que es el arte lo que más beneficios provoca, dedicando parte del espectáculo al ofrecimiento de obras, por un lado, y a poder escuchar las voces privilegiadas de los mencionados Bisbal y Rivera.
Aparte, premios a implicados en diversas causas sociales, como los entregados a la princesa Marta Luisa o a Almudena Fernández, y singulares momentos como la “conga solidaria” que reunió un grupo de voluntarios sobre el escenario dispuestos, por el simple hecho de bailar ante el público, 500 euros cada uno. Tratándose de ayudar, todo vale y otra cosa no pero, en las pocas horas de esta cena, muchos desfavorecidos son después los beneficiarios de donaciones y beneficios del cubierto en sí mismo (valorado en 1.000 euros por persona). Por cierto, en él pudo degustarse Bouquet de Tartar de Aguacate Concasse de Tomate, Bogavante y Carabinero (con cuenquecito de Limón y Hierbabuena), Crujiente de melosa de ternera y Semifrío de limón con helado de frutos rojos.
Delicatessen apoyadas en un servicio impecable y en una organización en la que, a nivel de prensa, hay que destacar la labor de Juana Borsani y su fantástico equipo, pendiente en todo momento de que nada faltase. Al final, es la unión la que hace la fuerza y, en este caso, hay mucho de ambas. Enhorabuena y por diez más… como poco.