La undécima edición de la Gala Starlite congrega a rostros conocidos en Marbella coincidiendo con el 60 cumpleaños de un Antonio Banderas que, por motivos personales, no pudo asistir al encuentro.
Por Ricardo Castillejo
No sabemos qué le pasó exactamente, pero lo cierto es que anoche, por vez primera en once años, Antonio Banderas no pudo acompañar a Sandra García-Sanjuán -responsable de Starlite-, en la edición de una Gala Solidaria que, a pesar del coronavirus, no quiso dejar de celebrarse.
Una triste ausencia para una noche en la que sí comparecieron otros rostros conocidos como Paula Echevarría -que celebró hace pocos días allí mismo su 43 cumpleaños- y su novio, Miguel Torres; Loles León, Iván Sánchez y Luján Argüelles, presentadores del evento; Miguel Poveda, Ainhoa Arteta, Pitingo y Abraham Mateo, quienes, además, amenizaron la velada con sus actuaciones; y otros como Fiona Ferrer, Antonio José, Pepe Navarro o Agustín Bravo.
Claro que, por las circunstancias que nos rodean, se trató de una edición con menos celebrities y menos invitados pero eso no quitó para que se concedieran premios solidarios como el que se le otorgó a la mencionada Paula Echevarría -muy implicada con asociaciones como Juegaterapia o la Fundación Cris contra el cáncer- o al catedrático Melchor Álvarez de Mon, por liderar la cátedra de investigación COVID-19, creada por la Fundación Starlite y cuyos objetivos son optimizar los tratamientos terapéuticos individual.
Más allá, la presencia institucional estuvo representada por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili; el consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía y los alcaldes de Málaga, Marbella y Estepona.
En la conocida subasta que cada año tiene aquí lugar -y de la que se sacan fondos para fundaciones como la de Lágrimas y Favores, de Banderas, o la de la propia Starlite-, hubo reñidas pujas para optar por, entre otros elementos, un cuadro de Blanca Cuesta (nuera de Tita Cervera), o un viaje de ensueño a Venecia. Un gran esfuerzo grupal que, sin duda, mereció la pena y que volvió a situar el punto de mira en Marbella no solo como capital de la Costa del Sol sino como un referente de ese turismo al que, con valientes aventuras como ésta, se le demuestra que aquí hacemos las cosas muy bien… y con mucho glamour.