Todo sucedió este fin de semana, cuando se celebró la comunión de Francisco, el hijo que tienen en común Kiko Rivera y Jessica Bueno. Ésta -que espera el segundo niño de su actual pareja, el futbolista Jota Peleteiro-, intentó organizar una íntima fiesta para la que invitó a apenas 20 personas. Y aunque no quería polémica alguna, la modelo sevillana no ha podido evitarla pues, ayer mismo, su ex declaró en “Sálvame” que no entendía por qué no habían estado otros familiares, por parte suya, como la conocida Anabel Pantoja, prima despechada la cual también ha llorado tal ausencia en un día tan importante para su sobrino-nieto. Por supuesto, sí asistieron Irene Rosales y las pequeñas, Carlota y Ana, algo que, no obstante, no habría sido suficiente para su progenitor, orgulloso de un primogénito del que se separó cuando éste tenía apenas cinco meses.


En cuanto a Jessica, la reacción de ésta no ha tardado en llegar, vía Instagram, plataforma que ha utilizado para mostrar su descontento: “Me parece lamentable que se use un motivo como éste para inventar y hacer daño cuando se ha actuado desde el corazón”, ha escrito la modelo para continuar. «He organizado una fiesta en mi casa donde hemos sido los únicos responsables en todos los aspectos, y por respeto y amor hacia mi hijo han estado las personas que creía convenientes y que tienen trato directo con él. Por supuesto no podía faltar su padre, su esposa y sus hermanas. Creo que estoy en mi derecho de poder invitarles solo a ellos, ya que son los principales en la vida de mi hijo y no he querido entrar en temas personales que no me incumben invitando a otras personas de su familia”.


Más allá, Bueno, que ya había acordado con Rivera otra celebración en Sevilla -para la gente del artista-, añadía. “Por favor, pido respeto hacia mi familia y hacia mi hijo”, para continuar su mensaje: «Una celebración íntima con veinte invitados donde únicamente asistieron los cuatro padrinos de mis dos hijos con sus respectivas parejas e hijos. Mis padres y mis suegros porque además vuelvo a recordar que mi hijo pequeño también se bautizaba ese día. Mi hermano que hacía un año que no le veía (sin su mujer), nuestra catequista con su marido, el párroco de la iglesia, y tres mamás de los amigos íntimos de mi hijo mayor con sus maridos. El padre de mi hijo con su mujer, mi marido y yo. Qué pena, de verdad, que algo que se ha hecho con la mayor buena intención, aún sabiendo que se convertiría en un circo cuando huyo de esto siempre al final se use para decir mentiras. Qué poco respeto, aún estando en mi estado, y ese día me lo pasé intentando que todo el mundo estuviera feliz y no les faltase de nada. Y creo que así fue».

Todo sucedió en Bilbao donde, además, estos mismos días, Jota Peleteiro se bautizó, se confirmó y recibió también la primera comunión, todo a la vez mientras su mujer se confirmaba después de un año asistiendo cada jueves a catequesis. Muy implicada con la fe cristiana, la pareja promulga buenos sentimientos y el ser buenas personas. “Debemos transmitir amor y sentirnos felices por la vida que tenemos”. Sea como sea, aunque uno intente hacer las cosas bien, no siempre se puede…

