Estuvieron a punto de casarse hace veinte años, tras dos de relación pero han tenido que esperar dos décadas para casarse… ¡doblemente! Está claro que todo lo que tiene que ver con el dos funciona para Jennifer López y Ben Affleck que, tras un enlace previo en Las Vegas, llevan tres días de celebración en la finca que él posee en Riceboro, en el estado de Georgia. Allí, entre fuegos artificiales, barbacoas, música en vivo y muchas sorpresas más, la pareja ha vuelto a darse el “sí, quiero” en una fiesta que les ha costado nada más y nada menos que… ¡siete millones de euros!

Con todos los invitados vestidos de blanco, según establecía el dress code, la novia ha lucido un modelo de Ralph Lauren de manga corta con volantes y escote redondo y un corte sirena que mostraba su espalda, mientras que Affleck ha optado por un esmoquin blanco y negro. Allí, la “diva del Bronx” se ha rodeado de sus seres queridos y, cómo no, de sus hijo, Emme y Max, fruto de su unión con Marc Anthony mientras que su ya esposo también ha contado con sus hijos, Violet, Seraphina y Samuel, de su unión con Jennifer Garner (quien no ha podido acudir por motivos profesionales).

La boda tuvo lugar ayer en los jardines del edificio y es la consolidación de un amor que disfrutan a los 53 años, JLo, y 50 el protagonista de títulos inolvidables del cine como “Pearl Harbor”. Segundas oportunidades, también son buenas…

