El diseñador se afianza en el sector de la novia y fiesta con modelos creados en exclusiva para cada clienta dentro de un concepto donde, favorecer la silueta y la belleza femenina, es su principal objetivo

Sevilla Magazine

Con una dilatada experiencia, a pesar de su juventud, José Manuel Pérez es uno de los diseñadores más queridos del sector. Involucrado al cien por cien en la novia y en la fiesta, nuestro entrevistado puede presumir de tener la mitad de 2022 casi cerrado en lo que a encargos se refiere, además de estar preparando un nuevo taller donde atender la multitud de compromisos profesionales que tiene. Y no es de extrañar porque pocos como él se preocupan por resaltar lo mejor de la silueta femenina, logrando que cada clienta se sienta favorecida y feliz con cada una de sus creaciones.

-¿Cómo se prevé que sea el año que viene? ¡No dejas de tener encargos!

-Si el COVID nos deja, va a ser una locura, porque la gente tiene muchas ganas. Todas quieren ir bien para un evento, para la Semana Santa, para la Feria…

-Sigues cuidando de la mujer con curvas…

-Es que para la 38 es fácil trabajar porque, un trapo que le tires, le queda bien. Lo complicado es conseguir dar con la clave para un cuerpo menos perfecto. Hay muchas menos personas con un físico diez que al contrario, con lo que ése es el reto.

-¿En qué ha cambiado el COVID la moda?

-Antes daba más igual buscar un conjunto en un centro comercial y ahora se está más por la labor de la confección a medida, de probar cosas nuevas y de encontrar exclusividad en la elección.

-¿La crisis afecta a los precios? ¿Se mira más el gasto?

-Yo he pasado de dar muchos presupuestos, y que las clientas se lo piensen mucho, a que me los acepten de primeras.

-¿Se buscan tal vez diseñadores en los pueblos para desmarcarse de lo que hay en la ciudad?

-Cada uno tiene su estilo y su línea pero, más allá, la comodidad cuenta mucho. Es más fácil desplazarte a un pueblo que meterte en el centro de Sevilla. Aquí llegas, aparcas en la puerta y te vas…

-Y luego está la personalización, ¿no?

-Hombre, es que no es lo mismo una multinacional que un diseñador. Muchas ofrecen un vestido a medida pero no es cierto, es una pieza por tallaje adaptada a tus medidas. Si de cadera te va bien y de espalda no te lo arreglan un poco pero te va a seguir quedando grande. No es lo mismo que algo ex profeso para ti, que disimule tus imperfecciones o tus complejos.

-Hace poco, Raquel Sánchez Silva recomendaba la experiencia de tener, al menos una vez, algo a medida…

-Es que un traje a medida es como un guante para una mano, exactamente lo que tú deseas. Aparte, ahí entra el profesional, orientándote en tu camino.

-¿Qué se lleva?

-Antes del COVID había colores temporales. Para el invierno, más fríos. Para el verano, más cálidos. De pronto hemos pasado a querer un verde agua en diciembre o un burdeos oscuro en julio. Se ha notado mucha evolución en este sentido, pudiéndote poner cualquier tono en cualquier momento del año. Hemos pasado a disfrutar de una moda más libre.

-¿Te dejan tus clientas imaginar para ellas la ropa que les vas a ofrecer?

-Cuando entra una señora o una chica por las puertas de mi taller intento conocerla y lo primero que pregunto es cuál es su idea o lo que les gusta. A partir de ahí empiezo a crear que, aunque no tenga nada que ver con lo que me han planteado, sí que van en sintonía a su personalidad. Puede ser algo original o distinto, pero no puedes ir disfrazada. Algunos compañeros se niegan a según qué encargos, una actitud con la que no estoy de acuerdo porque, al fin y al cabo, debemos adaptarnos a lo que se nos va pidiendo.

-¿Hay un perfil de clienta que te atraiga especialmente?

-No porque cada una tiene su sello. Algunas son gorditas pero van fenomenal y otras lo mismo no aciertan en el look final por el que se decantan.