“Ana María”, “Cupido”, “Arrebato de amor” o, sobre todo, “Alegras los días malos” -uno de los himnos del confinamiento-, son algunos de los éxitos del nieto del mítico Enrique Montoya, quien nos sorprende con un nuevo éxito titulado “La solución”
Por Ricardo Castillejo
Lleva toda la vida dedicado a la música, aunque no ha sido hasta hace poco cuando hemos empezado a saber más de Juanlu Montoya. El suyo ha sido un proceso de ir paso a paso, a ritmo tranquilo pero seguro, atesorando ya varios títulos cuyos videoclips suman millones de visitas como las de “Alegras los días malos” o “Arrebato de amor”. Con una sensible personalidad, este padre de dos hijos, casado y nacido hace 35 años en Utrera, donde reside, es especialista en cantar historias sencillas, como “La solución”, que traspasan el corazón y en las que todos podemos vernos reflejados.
-Llevas una temporada imparable pero, ¿has encontrado la clave del éxito?
-Eso no lo tiene nadie. He tenido la suerte de conectar con el público, ahora más que nunca. Para mí lo más importante es que las letras sean bonitas y que, quienes las escuchen, se sientan identificados con ellas. Más allá, intento darle, en el sonido, un punto actual. Mi voz suena aflamencada pero mis arreglos son más bien pop.
-En “La solución” abogas por el diálogo para solucionar una crisis de pareja…
-Intento ser optimista y por eso, en este caso, comento que hay una solución para todo. Muchas veces necesitamos hablar, besarnos, tocarnos… Es más sencillo de lo que lo hacemos.
-A pesar de lo complicado que está todo, tú hasta has cruzado el charco con tus melodías…
-Sí… Resulta curioso, pero, durante el confinamiento, a raíz de “Alegras los días malos”, muchos, y de muchas partes del mundo, empezaron a acercarse a mí.
-Lo que sí a las nuevas generaciones les chirría un poco eso del amor romántico…
-Hay que creer en el amor, que, más allá de la pareja, también puede ser hacia tu padre, tu madre, tu perro… Es un sentimiento más amplio.


–El amor a un abuelo… Háblanos del tuyo, Enrique Montoya…
-Si no hubiera sido nieto de quien soy tengo claro que me hubiera dedicado a otra cosa, pero es lo que he visto desde pequeño en casa. Tenía siete años cuando falleció y me dio lugar a conocerlo un poco pero luego me he empapado de su vida y de sus discos. Lo que recuerdo todo es bonito, con los míos en Navidad… Ese sentido familiar, y de cuidar del entorno, lo he heredado de él.
-¿Cómo viven tu mujer y tus hijos este triunfo tuyo?
-Bien. Ten en cuenta que a mi mujer la conocí estando ya en esto y, tanto ella como mis niños, están acostumbrados a que en ocasiones suena más y en otras, no tanto. Mi profesión es muy ingrata. Lo que haces, como te digo, puede funcionar o no, pero yo soy un currante de esto y he vivido como tal, dedicándome a lo que me gusta. Sea como sea estoy preparado para que, en un determinado momento, se me pudiera escuchar menos.
-¿Qué sensaciones provoca llegar a millones de personas?
-Una satisfacción y una emoción muy grande. Es un gran sacrificio que, en mi caso, ha pasado por hacerme cargo de todo: autoría, producción…
-Hay quien, de pronto, se arrima al amparo de los brillos…
-Eso ocurre en todos lados. Yo tengo mis amigos de siempre y no voy a cambiar nada y, si vienen nuevos, que sea para bien. Ahora toca la promoción, que es algo que antes no tenía pero que supone un paso más en mi carrera.
-Tu vida ha cambiado algo, ¿no?
-Personalmente, no. Voy a seguir viviendo donde mismo y con el mismo círculo. Lo que sí habrá es una evolución laboral que, espero, sea para mejor.
