Eva González y Cayetano Rivera protagonizarán la boda del año el 6 de noviembre en Mairena del Alcor donde, por fin, unirán sus destinos… para toda la vida
No ha habido comparecencia pública de Cayetano Rivera y, sobre todo, Eva González, en la que no se les haya preguntado si tenían intención de casarse desde que, hace seis años, comenzaran su intermitente relación. Un romance iniciado en 2009 y que sufrió una grave crisis que los mantuvo nueve meses separados (durante los que se rumoreó que ella había rehecho su vida) los cuales les sirvieron para que se dieran cuenta de que no podían vivir el uno sin el otro.
“Queremos compartir con vosotros nuestra felicidad… Nos casamos!!!”, fueron las breves palabras con las que la pareja –que había mantenido en silencio la noticia hasta para sus más allegados-, anunció el domingo por la tarde su decisión de pasar por el altar para darse el “sí, quiero”. Será el 6 de noviembre y el enlace tendrá lugar en Mairena del Alcor, localidad natal de la modelo donde incluso tiene una calle con su nombre. Tras un enlace frustrado con Blanca Romero, el torero parecía no tener demasiado interés en volver a contraer matrimonio pero finalmente la sevillana se convertirá en su segunda esposa y, lo más probable (ya que ella ha manifestado este deseo muchas veces), en la madre de sus hijos (recordemos que a la primogénita de Blanca le dio el apellido pero no es descendiente natural suya). “La boda me da igual ahora mismo”, reconocía la presentadora. “Si llega, llegará y, si no, me da igual. Creo que es un jaleo tan grande… Pero ser madre sí que me gustaría aunque, por trabajo, ahora es complicado”.
Según informó en su día la revista digital “Vanitatis”, Cayetano y Eva ya tuvieron un intento frustrado de casorio a finales del 2013 cuando tenían elegida hasta la tarta nupcial. Pero la sombra de la crisis se hizo demasiado alargada y las peleas entre los enamorados terminaron por quebrar su unión. El fuerte carácter de la Miss España tuvo testigos en una playa y consecuencias sobre unos sentimientos que, al final, han terminado triunfando.
