Es mayo, mes de la bodas, por eso Montse Monge, gerente de “Secretos de novia”, nos habla de cómo avanza la moda en un sector donde el traje ya solo es el principio.
Desde que abriera sus puertas a principios de 2010 en pleno centro de Sevilla, “Secretos de Novia” ha conseguido que cada mujer encontrara en este espacio de ensueño (posee el Premio Imagen Interior del Pequeño Comercio) todo lo necesario para el que puede ser uno de los días más importantes de su vida. Un establecimiento en el que nada más entrar te das cuenta de que el traje es solo el principio de una serie de detalles que también avanzan según las tendencias.
-Es catalana… ¿Por qué eligió Sevilla?
-Tengo en Barcelona una empresa de fotografía nupcial y en un viaje vi la calle Cuna sevillana, con tanto comercio dirigido a la novia junto que me emocionó. Tenía claro lo que quería: acordarme de todas las cuestiones para el enlace menos el vestido. Las futuras esposas llegan muy perdidas, saben el traje pero se agobian con lo demás.
-¿Por dónde deben empezar?
-Lo primero es el traje, pero ya para la primera prueba necesitan los zapatos porque es necesario para saber la altura, al igual que tener claro que lencería van a usar. Para la ocasión se suele elegir ropa muy sexy… Y desde el fenómeno “Las 50 sombras de Grey” mucho más. Incluso tenemos bolsitas con “kits” sensuales que llevan esposas, plumas para hacer cosquillas, collares de perlas… A las amigas les hace mucha gracia como regalo para la noche de bodas.
-¿Es diferente la sevillana en todo esto?
-Prepara su enlace con mucho ahínco y está mucho más pendiente que en otros lugares de todo lo que se refiere al enlace. Hay personas que económicamente no pueden y hacen un esfuerzo tremendo para ese día y, en general, las andaluzas realizan un gasto mayor que en otros lugares. La tradición sigue jugando un papel primordial. Por otro lado, me impacta ver a las invitadas porque en Cataluña, por ejemplo, cuesta mucho que se animen a llevar tocado. Aquí es casi un imprescindible, y escogen unos modelos súper bonitos y elegantes. Con los hombres ocurre igual, siempre van impecables y estrenar, para ellos, es casi una obligación. Es una cultura diferente. En otros sitios van vestidos más de diario.
-Llevan a cabo casi una liturgia a la hora de preparar los detalles…
La novia en Sevilla no olvida nada. Hay cosas que se venden solo allí, donde todo es poco. Hay quien saca los ahorros de media vida. Algunas vienen de pueblecitos con su familia: la tia, la prima, la abuela… y cada una le compra una cosita, asesoradas por nosotras porque no siempre lo más caro es lo mejor. Le dan mucha importancia a todo lo que hay detrás de ese gran día.
-Hablamos de tendencias. ¿Qué está a la última y qué no?
-La alpargata como segundo calzado vuelve a llevarse, pero no la típica, sino una artesana, de lujo, cosida a mano y con pedrería. Así se unen comodidad y glamour. La manoletina está en desuso, porque al perder altura se estropea la parte baja del vestido. En la actualidad hay infinidad de pequeñas cosas que resultan importantes. El cojín para los anillos, un baulito para las arras, el abanico si es verano, e incluso una coqueta sombrilla, o el paraguas si hay riesgo de lluvia… Pendientes, pulseras o una batita para cuando se maquillan y llega el fotógrafo. El tocado le ha ganado el pulso al velo, que elevaba mucho es coste y se le daba uso solo un ratito.
-Creo que lo que parecía un día de disfrute puede convertirse en una pesadilla…
-Es que en muchos casos parece una competición para ver quien tiene mejor catering, más sorpresas, va más guapa… Es como un concurso de fiestas donde los novios quieren ir impresionantes y eso implica una responsabilidad cada vez mayor. Muchos contratan a una “wedding planner” que te asesora en todo y te da seguridad en las elecciones, mucho mejor que los familiares que al final pueden distraerte. Te acompañan hasta al peluquero… En Estados Unidos es lo más normal.
-¿Piensan que han creado un nuevo concepto en el mundo nupcial?
-Somos una propuesta diferente e innovadora, por eso muchos diseñadores como Victorio y Lucchino, Cañavate o Vicky Martín Berrocal nos han recomendado.
