Estudia farmacia, tiene 23 años y un físico envidiable y, además, el sábado fue designada como la nueva Miss Mundo en la edición número 65 del certamen, celebrado en la ciudad tropical china de Sanya
Con un metro setenta y ocho de estatura, medidas casi perfectas (86/62/93), larga melena rubia, llamativos ojos azules y con una sonrisa permanente, Mireia Lalaguna ha sabido meterse en el bolsillo al jurado de la final de Miss Mundo. Según ha confesado su madre, Encarna Royo -que junto a su marido ha acompañado a su hija durante el certamen- de pequeña era la chica alta de la clase y la que tenía los labios más pronunciados, lo que provocaba las risas de sus compañeros. Muy familiar, el primer pensamiento de Mireia después de obtener su victoria ha ido dirigido a sus abuelos, quienes no han podido acompañarla a la ciudad china porque “está muy lejos”, declaraba en su primera entrevista.
Aunque nunca pensó en dedicarse profesionalmente a la moda, su andadura en ella comenzó a los 14 años, oportunidad que le abrió las puertas de certamenes de belleza y que ha ido compaginando con sus estudios de farmacia (su interés profesional es la nutrición y Mireia tiene en mente abrir su propio negocio para poder ayudar al máximo número de personas en este campo). Admiradora del Fútbol Club Barcelona, Lalaguna no oculta en sus redes sociales su pasión por el equipo “culé” presumiendo en fotografías de camiseta azulgrana. Sin embargo, durante su estancia en el certamen de Miss Mundo llevó un talismán que sin duda le ha traído mucha suerte: Una camiseta de Cristiano Ronaldo, con quien además compartió rodaje para un spot, firmada por el futbolista para una cena benéfica. Otra de las pasiones de Mireia es viajar, afición bajo la que ha recorrido países de toda Europa y también de Oriente Medio. Sin embargo, como ha declarado en la ciudad china de Sanya, la música es una parte vital en su vida, ya que estudió hasta octavo de Lenguaje Musical, Armonía y Piano en el Conservatorio Superior Superior de Música del Liceo de Barcelona.
Con un vestido de corte sirena de Tina Olari, nuestra paisana se impuso a las representantes de Rusia, Sofia Nikitchuk -primera dama de honor- e Indonesia, Maria Harfanti -segunda dama de honor-, recibiendo la corona de manos de la sudafricana Rolene Straussco, Miss Mundo 2014. “Cuando han dicho mi nombre no me lo esperaba para nada, pero estoy muy contenta”, declaró una ganadora que se ha preparado haciendo deporte y siguiendo una alimentación sana, “comiendo un poco de todo pero cuidando los excesos y los fines de semana me permito el chocolate y el sushi”, ha reconocido.
El caso que Mireia alcanza un título mundial que hasta el momento solo habían tenido Carmen “Tita” Cervera y la fallecida Amparo Muñoz, que se alzó con el título de Miss Universo en 1974, como máximos exponentes en el ámbito de la belleza. Enamorada de su ciudad natal, Barcelona, de momento no concibe vivir en otro lugar por ser, como ella misma comentó al jurado del concurso, “una de las ciudades más bonitas y apasionantes del mundo”. Sin embargo, su nueva condición de “reina de la belleza” la obligará a nuevas responsabilidades que la señalarán este nuevo año como uno de los rostros más requeridos por medios y agencias de comunicación.