“La Terremoto de Alcorcón” desembarca hoy en el Teatro Villamarta de Jerez junto al resto del elenco de “The Hole”
Describir “The Hole” es difícil pero en palabras de “La Terremoto”, su maestra de ceremonias, estaríamos ante un “cabaret canalla con mucho humor y un lado sensual con desnudos defendidos con un arte maravilloso”. Un “show” único que ya han visto un millón de personas y que lleva cuatro años en una gira que hasta el domingo hace parada en Jerez y que pronto se estrenará en París.
-A usted le encanta venir a Andalucía, ¿verdad?
-Tengo una parte “choquera” importante y en la provincia de Cádiz también tengo gente. Estoy feliz, disfrutando del buen comer, de las bodegas… Le he hecho muchos homenajes en las redes sociales a la gamba blanca de Huelva y desde hoy también al langostino. Vivo en Mallorca y allí tengo calidad de vida, pero cuando vengo al Sur me doy cuenta de que como aquí, no se está en ningún sitio.
-¿No cree que su vida es justo lo que menos había imaginado?
-Empecé trabajando en el Banco Santander y mirame… De niña queria ser camionera, al día siguiente veterinaria, al dia siguiente todo lo contrario… Y al final nuestra forma de ser de pequeños dice mucho de cómo seremos de mayores. Del comercio exterior a los escenarios pero contenta de haber conseguido tanto sin estudiar arte dramático ni haberlo pretendido nunca. Me llegó un dia, de casualidad. He sido siempre la payasa de la pandilla y ahora me pagan por eso.
-Usted se autodenomina “vedette”… ¿Todavia quedan de ésas?
-He estado en “El Molino” de Barcelona, he llevado plumas y cumplo totos los requisitos para serlo, aunque estemos en extinción. Soy como esa figura antigua que ni canta ni baila pero da el pego muy bien. Antes eran “top model” y yo no soy físicamente un bombón pero exploto mis otras armas. Ojalá me hubiera casado con un rico como Norma Duval, que a sus 27 años está estupenda… Ahora está de moda el término, muchas amigas “travelos” lo utilizan…
-De usted se pensaba que era una de ellas…
-A mí me han enseñado cuatro travestis mallorquinas que eran las “Diabéticas aceleradas” y de ahí surgió mi lengua madre, mi vocabulario, mi todo… Mi personaje es como el de un antro pero más refinado, a lo Pitita Ridruejo, que va por encima del bien y del mal y bastante más femenino. Es una señora sin olvidar que procede de la periferia (risas). Muchos han pensado que soy un hombre disfrazado pero es porque me gusta despistar, rizar el rizo. Soy barroca, gótica, dadaista, un poquito coplera…
-Pepa, la persona de debajo de la peluca… ¿También es así?
-No, mucho mas tranquila y serena. Una mujer “todoterreno” que tiene un bar en Palma y trabaja como una “perra”, poseedora de una cabeza pensante imparable. “La Terremoto” solo vive en mí unas horas al día. Es como cuando José Luis Moreno saca a Monchito y luego lo vuelve a encerrar. La vida de la farandula no tiene rutina y hay que estar preparado para ello, pero también me seria impensable tener un día a día cuadriculado.
-¿Un personaje tan potente como el suyo puede padecer por desamor?
-Todas las mujeres hemos sufrido mucho por el amor de un “canalla” pero mira que nos gustan los malos. Y es que no lo podemos remediar. Nos atraen los que nos dan mala vida pero al final nos enamoramos de los buenos, cuando ya nos hemos hartado de llorar por las esquinas y hemos montado los correspondientes numeritos que luego recordamos como patéticos. Todas debemos pasar por ahí… Igual que ir de rubia platino en algún momento.
-¿Qué piensa cuando le llaman “friki”?
-Es una palabra horrorosa. Me catalogaron así en un momento pero la veo peyorativa, con un matiz muy feo. El problema lo tienes tú si te has creído que soy así las 24 horas del día. Me llegó el éxito haciendo una parodia de Madonna junto a cuatro amigas en “body”. Unas majaretas muertas de risa y sin pretensiones que engañaron a todo el mundo. ¿Cómo ibamos a saber que iba a ser el segundo video más bajado del año? Ni locas…
