La promoción del joven ídolo de la canción en España se caracterizó por plantones a los medios de comunicación y su actitud apática en el programa “El Hormiguero”
Más de tres años sin pisar oficialmente en España era razón más que suficiente para que la llegada del canadiense Justin Bieber a nuestro país causara la expectación necesaria como para colapsar la Gran Vía madrileña o provocar una inmensa marea de fieles seguidoras que quisieran inmortalizar su momento con el joven artista. A punto de lanzar su cuarto álbum de estudio, “Purpose”, Justin se encuentra en plena promoción por Europa y su paso por nuestro país ha dejado críticas que han incendiado las redes sociales.
Una de sus primeras paradas fue la emisora 40 Principales, donde el cantante tenía concertadas dos entrevistas y la aglomeración en las puertas de la empresa del Grupo Prisa era tal que la policía tuvo que actuar e impedir el acceso de sus fans en la zona. Ya dentro de las instalaciones, Bieber acudía cuarenta minutos tarde a la primera de las entrevistas dentro del programa “Yo: No te pierdas nada” presentado por Dani Mateo. Todo parecía que se desarrollaba con normalidad, aunque algunos se percataron de que el invitado empezaba a tener “cara de asco” según unos, y “de cansancio”, según otros. Así, en el momento en el que varios “youtubers” iban a conocerlo, él se levantó y salió por la puerta para ir al baño, durando su entrevista solo ocho minutos. Tras clausurar para fumar uno de los servicios del edificio con la ayuda de sus guardaespaldas se marchó de la emisora sin dar explicaciones…
Por la noche le esperaba el programa “El Hormiguero 3.0” en el que, en horario de prime time, Pablo Motos se encontró con un chaval apático que apenas sonrió en todo el tiempo, cubierto con un gorro de lana y una capucha y que poco tenía que ver con sus visitas anteriores. Ni los gritos de las fans que llenaban el plató, ni la tabla de agua que le regaló el periodista, ni el momento con explosivos que habían preparado en el programa consiguió a despertar la atención de la “estrella” que bostezo tras bostezo, sólo regaló su mejor momento cuando interpretó en directo su último éxito “What do you mean?”. Tampoco las vociferantes hijas de los mediáticos Fran Rivera, Jesulín de Ubrique o Belén Esteban, que asistieron emocionadas a la retransmisión del espacio, provocaron el más mínimo interés del canadiense que, finalmente, abandonó el plató.
Los “believers”, fanáticos defensores del joven artista, quedaron satisfechos con ese pequeño regalo y pronto justificaron este comportamiento por el cansancio que acumula su mito y la convalecencia de una supuesta enfermedad a la que el propio Bieber ha aludido en su cuenta personal de twitter diciendo “Me lo he pasado genial en España. Lo siento si estaba un poco enfermo pero las hormigas me hicieron sentir mejor”. Así se excusó por su falta de alegría junto al mencionado Pablo Motos pero, de ‘la espantá’ radiofónica, nada de nada…