Su perfil, @guapayconestilo, despierta pasiones por su naturalidad y por su forma de comunicar sobre moda y, en general, sobre el día a día de esta madrileña de 46 años que empezó como blogger hace más de quince años y que en la actualidad es una de las influencers más seguidas de Andalucía, con casi 200.000 seguidores en Instagram. Pero además, Araceli Vera, el auténtico nombre de nuestra entrevistada, es una amante del traje de flamenca que desde pequeñita ya se ponía llamada por el inmenso amor que siente por nuestra tierra…

-¿Vives obsesionada por tener más seguidores?

-No, nunca. Quieres crecer y ahora con las estadísticas estás más agobiada porque no ves la repercusión de antes pero al final a las marcas les cobro lo que cuesta mi trabajo. A donde llegue depende de la red social, no de mí…

-¿Llegaste a tu trabajo porque te gustaba o cómo fue?

-Mi padre era ebanista, diseñador y decorador y le gustaba la moda y yo desde pequeña lo he vivido en casa. Mis padres podían comprarme cositas buenas y eso me acercó a ese mundo… Por lo demás las tendencias te hacen adaptarte a lo que hay, aunque lo que me considero es blogger de moda, dando mis tips de mi estilo aunque sin ser una “fashion victim”.

-¿Y esto donde se aprende?

-Puedes leer libros o editoriales de moda pero lo que te lleva es tu instinto. Luego te enseña el día a día aunque en mi caso voy en mi línea. Lo mismo crecería más si no siguiera tanto mi criterio. A mí me gusta una foto armónica, con un entorno bonito, donde se vea bien el look y eso ahora no se valora tanto.

-Pero eres una veterana entre las influencers…

-Estoy feliz, hago lo que me gusta pero sin obsesión. Hay mucha gente “tocada del ala” y yo no quiero llegar a eso.

-¿Piensas mucho lo que cuentas?

-No, no tengo filtros. A veces pienso que debería controlarme más pero no me sale.

-¿Te han puesto, que sepas, muchas zancadillas?

-Lo que me molesta es la envidia, sobre todo de muchas mujeres que no apoyan. Cuando monté mi tienda de ropa sabía que quienes nos conocen no nos iban a comprar. Era consciente de lo que me iba a pasar si montaba un negocio con mi cara pero tenía que tirar para adelante y es cierto que molesta un poco porque muchas que critican tanto luego van de que hay que ayudarse.

-Muchas famosas se quejan de los comentarios dañinos del sector femenino…

-Es que si no te gusta algo, no comentes…

-¿Llevas bien lo de contar tu vida?

-Bueno, soy normal, una madre que tuvo a mis hijos joven, trabajadora… Creo que la clave de mi éxito es la naturalidad y lo que gusta de mí es eso. Ser transparente es el premio más grande que hay.

-¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado desde que estás en esto?

-Trabajar con mi hija. Tenerla con 16 años ha sido un regalo, aunque no pude criarla como me hubiera gustado porque tuve que trabajar mucho pero ahora veo la recompensa disfrutándola de adulta.

-¿No hay competencia entre vosotras? Ella solo tiene 40.000 seguidores…

-Pero está muy fuerte y suelo bromear diciéndole que yo le llevo las maletas… (risas). Hasta hemos creado hasta un perfil conjunto porque nos contratan mucho más a las dos así que por separado. Somos muy diferentes, yo estoy loca y ella es súper prudente. Por eso no caben las comparaciones ni que piensen que es mi sombra.

-¿Y a nivel pareja? ¿Te ha costado que te entiendan?

-Sí, cuesta… Mi novio no se creía que esto era una profesión hasta que no vio los contratos y lo que gano. Cuando me veía hacerme una foto pensaba que estaba flipada…

-¿Tanto se gana?

-Sí, la verdad. Lo que pasa es que tienes que crear mucho contenido orgánico con el que no se gana nada, y que enganche, para que el patrocinado funcione.

-¿Te ves en esto para siempre?

-Sí porque yo creo que a mí el éxito de verdad me va a venir más adelante. Muchas me dicen que parezco más joven y por eso estoy como en un limbo que no es el de las mayores ni el de las jóvenes y donde está la mayoría. Ya se me está viendo la edad pero llegaré a marcar más la diferencia entre las más jóvenes y yo… (risas).

-¿Y el momento Feria de qué forma lo vives? ¿Cómo te gustan los trajes de flamenca?

-Sofisticados, elegantes. Prefiero menos a más. A mí hija le gusta la más clásica pero yo soy más neutral. El primero que me hice fue blanco y celeste, que era lo que tenía en la cabeza en Madrid, donde me vestía de flamenca cuando allí no se vestía nadie. Luego me lo hice negro en plan muy de moda con un mantón de Victorio y Lucchino y pendientes de Dublos y ya últimamente uso vestidos de fiesta con aires aflamencados porque me he vuelto práctica. Siempre me ha chocado que en galas tipo Oscars no se haya apostado más por opciones más flamencas para los looks…

-¿Cómo te sientes vestida de flamenca?

-Guapa, empoderada. Cualquier mujer se puede sentir guapa vestida de flamenca, aunque a veces las que vienen de fuera no aciertan demasiado… (risas).