José y Delfín, Los Amaya, son dos hermanos que revolucionaron el mercado de la música de los 70 con temas como “Vete” o “Caramelos” los cuales, junto a otros éxitos, han vuelto a grabar junto a artistas como Rosario o Antonio Carmona
Ricardo Castillejo
Son sobrinos políticos nada más y nada menos que de la mítica Carmen Amaya quien, según cuentan, les dio un sabio consejo que han seguido en una longeva trayectoria que supera ya las cuatro décadas. “Creced en el arte. Todo lo demás viene después”, le dijo la bailaora a José y Delfín, hermanos impulsores de la rumba catalana, desde finales de los 60, con temas como “Vete”, “Caramelos” o “¡Qué mala suerte la mía!”. Así, Los Amaya se hicieron un nombre propio en un panorama musical que ahora los recibe de nuevo con los brazos abiertos, después de ocho años prácticamente inactivos, gracias a “Vuelven Los Amaya”, homenaje en el que han participado compañeros como Rosario Flores, Antonio Carmona, Haze, Marlango o India Martínez.
-¿Por qué decidieron permanecer este período aparte de la música?
-(Delfín) Bueno, después de la clausura de los Juegos Olímpicos del 92 el ambiente discográfico había cambiado mucho y las compañías apenas tenían distribución. Ante esto se nos quitaron las ganas de hacer nada.
-(José) Incluso así sí grabamos “Únicos”, en 2003, y un tributo en 2005… Terminamos un poco cansados. Ten en cuenta que hacíamos hasta setenta galas por temporada. Eso es agotador.
-(D) El público piensa que esta profesión es fantástica pero aquí, lo que nos ganamos, se gana con uñas y dientes.
-¿Cuál es su sensación al mirar atrás? ¿Qué sentimientos afloran?
-(J) Nostalgia pero teniendo claro que, desde un sofá, hemos visto nacer y morir a muchos artistas. Eso es muy interesante.
-(D) Hemos conocido el éxito y el fracaso repetidas veces. Imagínate que empezamos en 1968… ¡Son 40 años y 29 discos!
-¿Por qué Los Amaya triunfaron y otros no lo lograron?
-(D) Aportamos un sonido diferente con la voz de mi hermano, que tiene un timbre perfecto y alcanza unos agudos altísimos. Era algo comercial mezclado con la balada que se podía escuchar y se podía bailar.
-(J) En las guitarras eléctricas, por ejemplo, fuimos pioneros. Fue la autenticidad de una época donde creamos un estilo. Somos el punto y aparte de la rumba.
-Hay quien afirma precisamente que la rumba catalana nació de Antonio González, “El Pescaílla”…
-(D) La rumba no la ha creado nadie. Viene de Cuba y lo demás es añadido. Aquí no hay nadie responsable de su nacimiento.
-(J) Eso de “El rey de la rumba” no existe. “El pescaílla” fue el primero y nosotros fuimos amigos. Hemos ido con él en muchas giras y por eso nos hace mucha ilusión que Rosario y Antonio Carmona estén en este nuevo trabajo.
-Delfín tiene una hija y José cinco varones… ¿Hay continuidad de la saga?
-(J) Por mi parte, sí. Chiqui Amaya, mi hijo, ha decidido hacer lo mismo. Lo que pasa es que yo le he comenté que mejor no se metiera (risas). Bromas aparte, debe tener mucha paciencia.
-(D) España es muy dura con sus artistas. Parece que siempre tienes que estar demostrando no sé qué con cada disco. ¡Nos han llegado a pedir hasta maquetas!
-¿Y entonces? ¿Su regreso es para quedarse?
-(D) Hasta que nos echen (risas).
-(J) Somos roqueros. Tenemos 63 años, mi hermano, y 60 años, yo. Aún podemos dar guerra…