Juana Martín, Pablo Retamero y Juanjo Bernal, Aires de Feria y Morlote Alta Bisutería son los cuatro referentes de nuestro diseño con los que hoy charlamos acerca del presente y futuro del sector

Por Ricardo Castillejo

Sin duda es uno de los sectores más tocados por la crisis del Coronavirus y, si bien los ánimos, en un principio, estaban más altos, con el paso de las semanas, poco a poco, la negatividad ha ido ganando terreno.

Juana Martín

Con un impresionante currículum a nivel nacional e internacional, la diseñadora se encuentra muy implicada en la confección de mascarillas solidarias a la vez que reconoce que la situación es muy, muy complicada. “No hay nada. Ni ferias, ni romerías, ni bodas, ni comuniones, ni fiestas… Es imposible. Como no hagan algo para ayudarnos, muchos caerán. Pero no solo hablo de la moda flamenca -donde el daño es mayor-, sino de la industria. ¿Cómo vamos a sobrevivir? No lo sabemos…”. Son las primeras palabras de la cordobesa quien, de momento, lo único que tiene en el horizonte es una pequeña “colección cápsula” para París. “La Alta Costura allí se ha parado, pero nos han pedido esto para unos vídeos y para fotografías. Sea como sea, en ningún país hay nada. Ni en Francia, ni en Italia, ni en los Emiratos Árabes, ni en Estados Unidos… Es un desastre mundial”. Sin querer pensar en las pérdidas económicas, “irreparables”, según la entrevistada, ésta se siente especialmente afectada por las pérdidas humanas. “Tenemos un sentimiento de tristeza y de dolor profundo que no se puede explicar”. Más allá, con su programa de Canal Sur, “Aguja flamenca”, parado, solo queda la reinvención como posible futuro sin, de momento, saber cómo podrá producirse…

Pablo Retamero y Juanjo Bernal (CLOE)

Los sevillanos realizan cuatro colecciones anuales -dos de flamenca y dos de ceremonia- que, en la situación actual, pasan por un concepto: incertidumbre. Por si fuera poco, estos grandes profesionales de nuestra moda, hace muy poco acababan de inaugurar un nuevo local para atender a su clientela algo que, una vez se vuelva a la normalidad, requerirá de un nuevo planteamiento. “Tendremos que afrontar una reducción de personal o de puntos de venta porque no vamos a poder mantenernos igual”, nos explica Pablo, muy preocupado por el presente. “¿Qué vamos a hacer hasta el año que viene? La presión fiscal es muy grande”. En constante conexión con otros compañeros -entre los que, depende del día, hay más o menos ánimos-, Retamero y Bernal están aprovechando para dar forma a ideas que, en circunstancias habituales, no pueden desarrollar en espera de que, una vez que lleguen las pasarelas flamencas, éstas ofrezcan unas condiciones más asequibles. “Si SIMOF y “We love flamenca” mantienen los mismos costes que hasta ahora, nosotros al menos no podremos hacer nada. Habrá que encontrar la manera para que, el Gobierno o los Ayuntamientos, colaboren económicamente en estos eventos”. 

Aires de Feria 

Dispuesto a llegar a un acuerdo con todas esas clientas que le han encargado ya su traje de flamenca, el equipo de Aires de Feria ha tenido que afrontar un ERTE sin tener certeza alguna en los tiempos venideros.

“La temporada iba de maravilla, cumpliendo objetivos, pero hemos dejado de ingresar en torno a 700.000 euros”, analiza el gerente de la firma, Juan Carlos Romero. “Lo que hemos confeccionado es un material que se guardará para más adelante y, aunque yo sí tengo esperanzas para 2021, lo cierto es que tendremos que bandearnos hasta entonces”. Con cuatro tiendas en Sevilla, puntos de distribución en toda España, y un equipo de 27 personas, Romero considera que se irá saliendo de manera progresiva y que, la flamenca, estará entre las últimas prioridades algo que, como es lógico, no permite demasiado positivismo. Mientras, Aires de Feria ha buscado una línea de negocio a través de la fabricación de mascarillas higiénicas reutilizables, con diseño y en diferentes colores, personalizadas para diferentes empresas.

Morlote Alta Bisutería

Con un 80 por ciento de su negocio enfocado al complemento flamenco, y el 20 por ciento a la fiesta, Antonio Morlote ha visto cómo, en cuestión de nada, se ha desplomado el comercio fuera y dentro de nuestras fronteras. “En España han cerrado todas las tiendas y, nuestros clientes de Italia, Grecia, Rumanía o Chile, están esperando, confinados, para ver qué pasa. Es más, hay quien ha preferido perder la señal que había dado para sus pedidos a adquirir un material que no sabe si venderá o no”, comenta este empresario que hasta ha llegado a sufrir ataques de ansiedad por la situación que nos asola. “Esto es una cadena y el dinero no es un chicle. Además, no solo es el negocio. Es la hipoteca, la comida… Y encima el presidente dice que vamos a volver a la situación económica de después de la Guerra Civil…”. Un panorama poco alentador que ha ido mermando la alegría, dando paso a un desaliento difícil de gestionar. “Esto no termina, no se adivina el final”, concluye el también vicepresidente de la Asociación de moda flamenca Mof&Art.