Apurando lo que quedaba de tarde, le llegó el turno a Luisa Pérez y su “Va por ti” que tenía ese denominador común que se puede contemplar año tras año en sus propuestas: los estampados. Grandes, pequeños, en colores pastel, tierras, y haciendo siempre un guiño a los lunares. Los trajes, que los asistentes pudieron ver, estaban hechos en variedad de tejidos: gasas, algodones, linos, punto y encajes, también presentes en los mantones. Las líneas que siguió fueron rectas, menos en los volantes, que pudieron verse desiguales. También fueron protagonistas los complementos, donde Luisa Pérez introdujo la porcelana, junto con los más tradicionales pintados a mano.
