La “ambición rubia” llega hoy a su 56 cumpleaños coincidiendo con una de sus etapas más tranquilas y es que, ella que nos tiene acostumbrados a saltar de una polémica a otra, aparece ahora solo en compromisos con los más desfavorecidos y necesitados o cerca de sus hijos y de su joven novio
“En ocasiones me cuesta creer que tengo en realidad tantos años”, afirmaba la reina indiscutible del pop haciendo alusión a su jovial forma de entender la vida, su aspecto externo y la agilidad que sigue demostrando en unos espectáculos donde en nada tiene que envidiar a otras “estrellas” emergentes, luciendo sus dotes de bailarina y unas extraordinarias cualidades físicas difíciles de igualar. Pero sí, las cuentas no fallan. Madonna nació en Michigan en 1958 y con la mayoría de edad se mudó a Nueva York para perseguir una carrera en la danza contemporánea, si bien fue como cantante donde despuntó ya en 1983, a partir de su primer álbum. Desde entonces sus discos se han contado por “hits” mundiales ganando siete premios Grammy (veintisiete nominaciones) y vendiendo cuatrocientos millones de copias que le valen el honor de ser la solista más exitosa de todo los tiempos, tal y como se recoge en el Libro Guinness de los Récords, mientras biógrafos, escritores y medios de comunicación la encumbran con distinciones como la de ser la artista más influyente del panorama actual. Más allá, ha intentado labrar su faceta de actriz con papeles como “Evita”, película con la que obtuvo un Globo de Oro a la vez que recibía críticas terribles por los otros personajes que ha desempeñado en la “gran pantalla”. Diseñadora de moda, escritora de libros infantiles, directora de cine y productora musical, Madonna Louise Veronica Ciccone (su nombre completo) es conocida por reinventar continuamente su estilo y su imagen, los cuales son copiados por compañeros y anónimos de todo el planeta, además de por ser considerada por las revistas como un icono que no para de crear tendencias.
Todo esto provoca que su andadura vital haya sido del interés mediático y que sus pormenores se hayan evaluado en América (y fuera) casi como “cuestión de estado”. Así, quedan para la historia sus bodas y posteriores separaciones con el actor Sean Penn y el director Guy Ritchie, sus portadas desnudas en “Playboy”, sus contundentes y alborotadoras declaraciones o sus actuaciones y videos donde era pionera en hablar del embarazo adolescente, besaba a un santo negro dentro de la iglesia, aparecía con llagas en las manos como Cristo, se “morreaba” con Britney Spears u opinaba sobre lo sexys que eran los crucifijos porque llevaban hombres desnudos (algo que consiguió que el mismísimo Papa Juan Pablo II pidiera a los creyentes que no asistieran a su gira “Blond Ambition”).
Sin embargo, aunque ella afirma que no se arrepiente de aquellas etapas de provocación, algo parece estar cambiando en la intérprete a tenor de su momento actual. El 2014 está resultando de lo más tranquilo para quien, lejos de los escándalos, solo comparece en contadas ocasiones en las cuales se manifiesta muy comprometida con causas como los acontecimientos que están teniendo lugar en Gaza, haciendo un llamamiento a la paz por el conflicto bélico o en detalles como el que tuvo con Detroit, aportando una generosa cantidad de dinero a equipar distintos centros educativos, además de una cada vez más marcada faceta de madre que ejerce, por ejemplo, acompañando a sus hijos al colegio.
Incluso se nota su transformación en el modo de festejar su cumpleaños que, si en ediciones anteriores había ido acompañado de fiestas con disfraces y excesos, ahora, anticipándose a la fecha de hoy, ha querido celebrar con unas vacaciones de quince días por Europa donde se está reencontrando con amigos. En Cannes se reunió con el vocalista de “U2”, Bono, y con el mago David Blaine mientras que en Niza coincidió con Elton John. Todo esto salpicado de visitas a las playas del sur de Francia acompañada por su amor, el bailarín Timor Steffens (al que le lleva tres décadas exactas), por sus hijas, Lourdes y Rocco, y por sus niños adoptivos, Mercy James y David Banda, con quienes también asistió a un campo de Gotcha donde disputaron una guerra de pinturas que “la chica material” compartió con sus millones de seguidores en las redes sociales.
Un relajado aniversario que aún necesita de tiempo para que se pueda valorar si se trata de un cambio de ciclo en tan controvertida trayectoria o no es más que un necesario descanso para reaparecer con fuerza en ese destacado lugar que se ha ganado a pulso.