La formación liderada por Jorge Ruíz recalará el sábado en el Auditorio Fibes para presentar las canciones de su disco, “Mira adentro”, con el que ha vuelto a lograr el favor de crítica y público
Su imagen no es la más popular de entre los cantantes de nuestro país pero, si mencionamos el nombre de “Maldita Nerea”, pocos son los que no se saben al menos algunas de las canciones que, a lo largo de más de una década, han ido conformando su repertorio. Temas tan atractivos como ése con el que se apoyó la Selección Española de Fútbol durante el Mundial de Brasil de este año o los que forman parte de “Mira adentro”, álbum en el que encontramos, entre otros, “Perdona si te llamo amor”, cierre de la banda sonora de la película del mismo título. Y es que, los sentimientos vistos por esta banda, adquieren una dimensión muy actual con la que todos podemos sentirnos identificados…
-Su caso es un caso un poco extraño porque, sin apenas salir en los medios, han logrado hacerse un lugar importante en nuestro mercado… ¿Se consideran como una “isla” dentro de él?
-Agradezco que te des cuenta porque no cualquiera se para a analizar las particularidades, que son unas cuantas… Es un fenómeno un tanto peculiar porque, sonando en medios mayoritarios y con un nivel de seguimiento muy alto, no estamos en primera línea en televisión, que es un medio que marca muchas diferencias. Nuestro acento está en la palabra y en los mensajes, a veces más filosóficos que los que usa la estética pop. Supongo que se agradece ir de vez en cuando a determinadas “islas”, que es una de las mejores formas que he escuchado a la hora de definirnos.
-Otro rasgo es que a “Maldita Nerea” no se le ponga cara… ¿Eso es bueno o malo?
-Eso permite que pueda pasear por casi cualquier ciudad española siendo anónimo. Es otra dimensión y otra de nuestras claves para mantener la cordura. La industria de la música está, en ocasiones, excesivamente relacionada con el “estrellato”. No es imposible tener éxito y no ser conocido. Yo no soy una “megaestrella” ni un famoso. En todo caso son famosas mis canciones.
-¿“Mira adentro” es una llamada de atención ante el poco cuidado del interior que hacemos?
-Sí. Pensaba hacer un trabajo menos reflexivo pero llegó este mensaje que es poco popular en un presente en el que parece que vamos tan deprisa. Mirar dentro está en todas las culturas. Es una invitación a que nos conozcan (otra cosa es que se quiera hacer…).
-Su forma de contemplar el amor es de rasgarse las venas poquito…
-Hay muchas formas de entenderlo. Tantas como personas. Si tú te quieres poco suele pasar que en el amor te sientes defraudado, que no has sido correspondido. Por eso el desamor es una temática muy comprendida y vende mucho. Yo no hablo de él porque me quiero. El discurso que utilizo es el del amor propio pues, para querer a alguien bien, tienes que quererte.
-¿Cómo nació el encargo de la banda sonora de “Perdona si te llamo amor”?
-Me gustan mucho las películas románticas ligeras, sin más pretensiones y a mí me cayó como un regalo del cielo. Es una fotografía de lo que dice la historia. Al amor no lo eliges, te elige a ti. La protagonista es una adolescente que se enamora de un hombre mayor que ella. Eso sucede y es muy femenino. El mundo sería mejor si habláramos mejor y más con las mujeres. Una mujer solo quiere “estar”, que la abracen, que la entiendan.
-¿Cuáles son entonces las diferencias con nosotros en este terreno?
-El hombre es más de acción que de sentimientos. Necesita salir a buscar algo o racionalizar. La mujer es más de sentir. Esto condiciona la vida en pareja y, si se explicara en los colegios, no se darían tantas frustraciones. Vamos sacando conclusiones a base de palos pero, si lo hiciéramos bien, nos ahorraríamos sufrimientos.
-Da la sensación que la suya es una obra de “autoayuda”…
-No me gusta demasiado el término porque, en los últimos tiempos, se menosprecia. Mi idea no es entretener sino que quien me escuche se sienta mejor persona, que las mías sean letras inspiradoras. La gente no llega a saber lo mucho que vale.
-Su éxito no fue precisamente rápido… ¿La constancia es una buena compañera?
-Muy buena. Mi símbolo es la tortuga. Al ser humano no le sienta bien la velocidad (a pesar de ir a una muy superior a la que podemos digerir). No podía correr y tenía que aceptarlo y entenderlo. Por eso costó tanto. Ahora que hemos dado el paso de hacer carrera en Hispanoamérica sé que las cosas no suceden de la noche a la mañana pero, cuando llegan, la intensidad es mucho más creíble. Es nuestro “modus operandi” y estoy muy orgulloso de él.
