Después de encarnar con éxito a “El Rey Solo”, el humorista sevillano presenta hoy en Sevilla su último espectáculo, donde interpreta a un particular Satanás, “El último Santo”
Manu Sánchez regresa a Fibes demostrando que se ha convertido en un actor experimentado capaz ofrecer al público un espectáculo lleno de humor, ingenio y música con una puesta en escena muy trabajada donde el protagonista hará comprender a los asistentes que no todo es lo que parece y que hasta el infierno puede convertirse en el paraíso…
-Afronta el reto de llenar el auditorio de Fibes dos veces en una sola jornada…
-Esto no es como tirarnos de cabeza a una piscina sin agua. Es una experiencia que ya probamos con “El Rey Solo” hace dos años, cuando realizamos un solitario día de función por estas fechas en Fibes. A pesar de que teníamos mucha incertidumbre, el público sevillano abarrotó el auditorio y creemos que hoy no nos va a fallar tampoco. Espero que la gente caiga en la tentación de asistir a nuestra función. Es muy compatible durante este puente en el que las familias monten el belén en sus casas. Luego pueden venir a pasar un rato divertido con “El Último Santo” en Fibes.
-¿Cuál es el secreto de su éxito sobre los escenarios?
-Yo desconozco si existe algún secreto. Cada vez que nos metemos en un proyecto nuevo nos encontramos siempre con los miedos y dudas sobre si va a funcionar o no. Hemos querido que los espectadores entiendan que “El Último Santo” es una obra con un gran trabajo, muy bien pensado, hecho con mucho cariño para que llegue y guste a la mayor cantidad de público posible.
-¿Es su personaje tan malo como lo pintan en los carteles?
-(Risas) No… Este “último santo” tiene su “mijita” de maldad pero también tiene guasa, retranca. Pretendíamos marcar una diferencia con respecto a nuetro anterior show y por eso buscamos una imagen más fuerte para llamar la atención en la cartelería. Mi madre, por cierto, dice que salgo muy guapo porque tengo todos los dientes muy blanquitos y derechitos (risas). Queremos todo el mundo se ría con las bondades y las maldades de “El Último Santo”. Cuando el humor se hace con cariño no tiene por qué molestar a quien no se quiere molestar. Los que tienen que arder en el infierno seguro que no estarán entre las butacas sentados.
-¿Qué papel juega la religión en la trama del espectáculo?
-¿Cree que hoy día hace falta más humor y menos economía o política?-El humor es una forma de entender la vida, un cristal desde donde mirar los problemas. Para mí es un buen parachoques que ayuda a recibir los golpes de una manera y poder, a la vez, darlos con más gracia. El humor siempre es necesario y aquí en Andalucía lo tenemos bastante asumido. Incluso en las tragedias nos defendemos con humor.
-Con las elecciones a la vuelta de la esquina, ¿ocupan lugar preferente los políticos en este particular “jucio final”?
-Los políticos nos han demostrado una vez más que son capaces de buscarse las vueltas para retrasar los juicios pero en nuestra obra todos ocuparán su sitio. Lo cierto es que no deben andar muy tranquilos porque nos han contraprogramado con el debate a cuatro. Rajoy ha mandado a Soraya a la tele porque seguro que no se quiere perder el espectáculo y espero que se traiga al niño… A ver quién se va a llevar las collejas (risas).
-¿Cuál será la condena del protagonista de su función?
-Será una auténtica sorpresa. El personaje reivindica que él no tiene la culpa de todos los males del mundo. Ni Dios es tan bueno, ni el de mi papel tan malo. A quien venga le espera una condena bonita pero justa y necesaria.
