‘Misterios de mi alma’ es el quinto trabajo de la gaditana María Carrasco donde, a sus 18 años, ya se estrena como compositora y dueña de su propio sello discográfico. Un presente que le otorga libertad para volar hacia unos sonidos más dulces y modernos, sin olvidar el flamenco que le hizo triunfar en Andalucía siendo solo una niña
A pesar de su juventud, y de que lleva saboreando el éxito desde que se introdujera en Canal Sur hace una década, rompe con todo y da un paso de gigante en su carrera demostrando que es ya una mujer decidida y valiente, tanto en lo personal como en lo profesional, capaz de reinventarse así misma con tal de mantenerse en una profesión que vive como un sueño que se puede alcanzar a base de esfuerzo.
-¿Estamos ante una nueva María?
-Antes era una niña. Ahora presento mi primer álbum como mujer y, aunque no sabía como iban a reaccionar mis fans, he apostado por ampliar fronteras hacia el pop. He vivido más años y he sentido más, por lo que ahora logro mejor conexión con el público, transmitiendo desde el conocimiento lo que dicen las letras.
-¿Es más adulta de lo que correspondería a su edad?
-He pasado por muchas más vivencias que cualquier persona normal. Cinco discos y más de quinientos conciertos tras algo que empezó como un juego y de lo que ahora vivo. Para esto he tenido que sacrificar muchas cosas. La vida es un sacrificio en sí donde, si no luchas por lo que quieres, no te lo mereces. Valoro infinitamente todo lo logrado porque sé lo que cuesta. Mucho tiempo invertido en mejorar, ensayar y permanecer, no morir en el panorama musical.
-¿Qué precio está teniendo que pagar?
-Madurar muy rápido, separarme de mi madre y mi padre e irme a un Madrid a desenvolverme sola. Buscarte las “papas”. Siento la necesidad de compartir la vida con la música y, aunque antes eran cien espectáculos al año y ahora treinta, hay que trabajar porque todo lo que llega es consecuencia de lo que hiciste ayer. El miedo pone fronteras a destinos y sueños, por eso me gustan los deportes de riesgo y vivir intensamente. He conocido muchos extremos. Sé lo que no me gustaría y lo que me encantaría. Tengo compañeros que han visto como embargaban sus casas por su mala cabeza.
-Encontrará a muchos que la traten como una cría…
-A los diez minutos se les pasa. Juzgamos a las personas antes de escucharlas y no confían en que de un cuerpo pequeño puedan salir palabras con sentido. Me he preparado intelectualmente, porque eso la gente lo nota y me daría vergüenza no saber responder a una pregunta en una entrevista. Me interesa la cultura general y específica.
-¿Qué piensa cuando se ve tan pequeñita en “Menuda Noche”?
-“¿Ésa era yo?” Es bonito porque son mis raíces. Si no hubiera salido en televisión no me hubiera animado a cantar al público y no estaría aquí. De todos modos, no me dio tiempo a pensar qué habría querido ser…
-Ahora arriesga con su propio sello discográfico. ¿Es tan decidida siempre?
-Si no le echas leña a la vida, te la echa ella a ti. Soy positiva y emprendedora. Quedarme en casa era una pérdida de tiempo porque hay muchos buenos en la calle como para que llamaran precisamente a mi teléfono. Aunque nadie me haya buscado, yo he sabido buscarme.
-¿Por qué está así el mercado?
-Hay más interés económico que cultural y la moda vende más que la música. Lo bueno no tiene aceptación porque a los medios no les interesan ciertos estilos. Me llevo fatal con las imposiciones. Soy un águila que no se deja cazar. Prefiero los riesgos de esta independencia y anarquía personal a la seguridad que pueda aportar alguien que venga a ordenarme algo porque sí.
-Es lista pero también lee mucho, ¿verdad?
-Leo mucho a Ken Follet o Jorge Bucay. No tenía tiempo de ver “mamarrachadas” en la tele y dediqué mi tiempo al cine o la literatura. Ahora cuesta dejarme callada, siempre tengo una respuesta y sé defenderme en muchos temas. Sé lo que soy, dónde quiero ir y cómo escapar de los “malos”, que hay muchos en esta vida. Hay que tener amor propio y dignidad (y no hablo de soberbia pues también hay que saber ceder en determinadas ocasiones).
-¿Cuándo descansa su cuerpo y su mente?
-Poco. Sueño despierta y soy impaciente. Siempre pensando qué hacer. Mi agenda es espontánea. No hay domingos ni días de relax. Hago mucho deporte porque entiendo que la imagen importa, pero me gustaría atraer a toda la familia más por mi arte que por eso.
