Es la única especialista certificada en Sevilla para colocar “Lumineers”, unas carillas de cerámica ultrafinas que pueden cambiar por completo una sonrisa, tanto en forma como en color, sin dolor ni cirugía, y a la que ya han recurrido muchos rostros conocidos del panorama social.
La belleza oral es fundamental en el rostro de una persona pero, hasta ahora, había que recurrir a llevar durante años aparatos metálicos para obtener unos resultados medianamente aceptables. En la actualidad no es necesario, algo que sabe bien la Dra. García Valero que ha conseguido ser la única en la provincia en convertir en perfectas las sonrisas a través de “Lumineers”, unas carillas que, con solo dos visitas y sin molestia alguna, corrigen todo aquello que afea los dientes dejando unos resultados espectaculares sin perder la naturalidad.
¿Por qué es tan importante tener una buena estética dental?
Hay estudios que demuestran que en lo primero que nos fijamos de otra persona es en los dientes y en los ojos, en ese orden. En España no ha habido cultura de tener alineadas las piezas dentales hasta que en Estados Unidos ya lo hacían con un esmero extremo. Igual ha ocurrido con el blanqueamiento.
Aun así, seguimos teniendo fobia a los dentistas… ¿A qué se debe?
Dos factores: el miedo al dolor y la economía. Hay quien huye de la ortodoncia por las molestias que ocasiona pero lo que no saben la mayoría de los pacientes adultos que recurren a ella es que su problema puede solucionarse con las carillas. Es posible modificar el color, el tamaño, la posición y la forma sin recurrir a los temidos “alambritos”. En cuanto al tono, defiendo el blanco natural, el que teníamos antes de que amarillearan.
Entre los famosos se llevan mucho las fundas… ¿Cuáles son los peores cambios?
Kiko Hernández, el colaborador de “Sálvame”, la tertuliana Isabel Rábago o David Bustamante lo han hecho fatal porque solo consiguen que se vaya la mirada a su boca y nos cause rechazo. Es antiestético ese color luminoso de azulejo de cuarto de baño. Son una mala prensa para los profesionales que aceptaron hacerles lo que pedían.
¿Y la boca más perfecta?
Precisamente la mujer de Bustamante, Paula Echevarría, tiene una sonrisa perfecta con un tono natural y las piezas muy bien dispuestas. La actriz Blanca Portillo se ha retocado y ha ganado luz en su cara que tiene hasta una nueva fisonomía. También me gusta Paloma Cuevas, o la Reina Letizia, a la que le faltaba un canino y antes tenía un puente metálico muy feo. Lo ha sustituído por uno de porcelana y se ha aclarado bastante. Decían que se había puesto “braquets” pero no lo creo. Felipe debería seguir los pasos de su mujer porque tiene unos dientes girados, desalineados y con los incisivos montados. Tiene la dentadura como su madre y por eso cada vez la enseña menos. No dice nada bueno de él.
Usted sabe mucho de complejos, imagino…
Hay mucho rechazo social. Han llegado pacientes que por faltarles una pieza dental ni las miraban a la hora de entregar un curriculum para buscar trabajo. A una persona con un diente picado que esté a la vista, por mucho que vaya arreglada o perfectamente maquillada, la mirarán mal. Hoy día reina la cultura de la salud más belleza más bienestar. No es como la sociedad te mira sino lo que tú reflejas cuando no estás seguro de ti mismo. Si lo que proyectas es que no te gustas a ti mismo… ¿cómo pretendes gustar a los demás?
¿Tanto por un simple diente?
Por muy guapa que sea una persona, si tiene un diente oscuro se convierte en fea. Cristiano Ronaldo antes de arreglarse los dientes era horrible, parecía un “quinqui”. Y no es el único. Sergio Ramos, Tom Cruise o Nicole Kidman son personajes completamente distintos desde que tuvieron en cuenta la apariencia de su boca.
Antes los niños no usaban aparato ¿por qué ahora cuesta ver a un adolescente sin ellos?
El 80% de los niños con doce años tiene ortodoncia. El problema está en que los niños pequeños tienen que comer pan, beber en vaso (nada de zumos con pajita) y evitar el chupe o el dedito, que están haciendo mucho daño, porque la lengua se coloca mal. Toda esta fiebre del biberón y la comida por succión es relativamente reciente, y fíjate si es culpable que en una generación mayor nadie necesitaba correctores y tenían bonitas sonrisas.
