En un momento en el que algunas libertades parecen peligrar, la malagueña lanza “Mi tío Juan”, nuevo single para cuyo videoclip ha contado con el mítico Juanito, “El Golosina”, emblema de una generación que, en la expresión de su identidad, no lo tuvo nada fácil…
La conocimos como la “nueva Lola Flores” pero, poco a poco, María Peláe va marcando su propio estilo musical, apoyado en grandes dosis de “buenrollismo”, de interpretación y de mensajes que cuentan historias tan reivindicativas como la de “Mi tío Juan”, su nuevo trabajo. En plena gira con “La que estoy formando”, su actual puesta en escena, la malagueña atesora éxitos, como “La niña” o “La confesión”, dentro de una trayectoria forjada, a partes iguales, con esfuerzo y talento, dos de sus principales “armas de seducción” junto a la simpatía y la frescura que la caracteriza. Pareja de Alba Reig, una de las integrantes de Sweet California, la artista es una mujer reivindicativa que no tiene inconveniente en “mojarse” si la ocasión lo precisa. Algo que, en el momento actual, se agradece de forma especial…
-¿De dónde nacen tus letras? ¿Las imaginas? ¿Son experiencias que te pasan?
-En el caso de “Mi tío Juan” hice un estudio previo para que nadie se sintiera ofendido ni nada manchara el mensaje principal. Hablé incluso con mi padre para analizar cómo muchos “tíos Juanes” se han visto en situaciones comprometidas a la hora de reconocer su homosexualidad o mantener una doble vida.
-Coincide con noticias como el 85 aniversario del asesinato de Lorca o el reciente asesinato de Samuel, el chico gay gallego al que han matado de una paliza…
-Mucha gente me ha preguntado si esta canción era necesaria. Hay medios que me la han censurado o no la quieren poner así que, partiendo de ahí… He estado en trabajos donde he tenido que omitir que mi pareja es una mujer y eso supone que hay una realidad muy grande que vamos a dejar de silenciar. Sacando las cosas a la luz se visibilizan los problemas de esta sociedad.
“Soy folklórica desde que me levanto a haciendo un potaje, cuando, si estoy triste, hasta fuerzo el llorar”
-Las discográficas, antes, recomendaban a los intérpretes homosexuales que no contaran su condición sexual…
-Yo, como nunca he tenido compañía y he sido la más indie del planeta… (risas). Nunca me ha dicho nadie qué tenía que hacer o no, haya gustado más o menos. Cada uno saca lo que cree conveniente en cada momento. Hay que ir poco a poco deconstruyendo lo que se piensa que es “normal”.
-¿Eres consciente de, en este sentido, poder ser un referente para otras personas?
-Soy natural. Ojalá que de pequeña hubiera tenido más referentes homosexuales. A mí me encantaba jugar al fútbol y no había ninguna mujer que viviera de ese deporte en la que fijarme y, por ejemplo en las series, podía aparecer algún chico gay pero no una chica. Todo ha estado siempre recubierto por un halo de tabúes, pero hay que ir dando pasos al frente porque, aunque vayamos de modernos, aún se necesita tratar muchas cuestiones.
“Hay medios que me la han censurado o no quieren poner “Mi tío Juan” pero sacando las cosas a la luz se visibilizan los problemas de esta sociedad”
-Fíjate que Lola Flores, con la que te han comparado, soltó aquello de que “¿Quién no se ha dado algún “pipazo” con una amiga?”…
-Eso es lo más grande de la vida… (risas). Y más en el momento en el que lo comentó…
-¿Has aprovechado, ahora que has rodado con El Golosina, para preguntarle por ella?
-Fue una gozada, como cerrar un círculo de arte. Imagínate alguien que la ha conocido tanto y tan bien… Tuvimos poco tiempo para charlar, pero tuve el placer de que me cantara un fandanguillo inédito de Lola…
-Tienes muchos referentes en los que te gusta mirarte, ¿verdad?
-Muchos. Eso sí, hago versiones o algo propio, pero no plagio. Llevo doce años ya y siempre he sido muy reivindicativa. A los que me siguen desde el principio no les choca “La niña” o “La confesión” porque se veía venir que por ahí podía explotar todo… (risas). He escuchado mucho a Lola, Chano Lobato o Rocío Jurado, pero también a Celia Cruz o a cantautores como Javier Ruibal o Mercedes Sosa.
-¿Cuánto tienes de folklórica?
-Es que depende de lo que se entienda por folklore… En mi caso soy folklórica desde que me levanto a haciendo un potaje, cuando, si estoy triste, hasta fuerzo el llorar (risas).
-¿Y artista? ¿Lo eres las veinticuatro horas?
-También va en función de lo que se considere por artista. No lo es solo quien se sube a un escenario. Hay muchos artistas muy artistas que no se dedican al arte ni reciben un aplauso. Para mí mi abuela era una gran artista, a pesar de que nunca actuó. Le tengo tanto respeto a esa palabra que hasta para mí me cuesta decirlo. Es como si me dijera a mi misma que soy guapa. Da cosilla…(risas).