La cantante de Ronda ofrece esta noche un concierto en “La Caja Negra”  donde repasará una carrera discográfica que empezara cuando tenía tan sólo 14 años.

Marta Dominguez

Con tan sólo 24 años, Maria Villalón ya puede presumir de tener tres importantes premios como el de Cadena Dial a la mejor artista, el “Málaga Joven” y el conseguido tras ganar el exitoso programa de televisión Factor X. Aún así, la suya es una carrera de fondo, llena de altibajos, desde que sacara su primer dísco hace ahora una década. Sabedora del difícil mundo profesional que ha elegido, la compositora regresa esta noche, a las 21 horas, a Sevilla presentando “Historias de una cantonta” donde intercala música en directo con monólogos donde reírse de uno os tiempos que corren.

-Como dice su single, ¿Ha pensado alguna vez en quemarlo todo?

-Llega un momento en una relación en el que quieres mandarlo todo a la basura, no ves la forma de arreglar las cosas y tienes el deseo de que todo arda. Más allá, pienso en quemarlo todo cuando veo todas las injusticias que se producen ahora, me revuelven por dentro y me producen mucho enfado. Ahí me da por querer arreglar todas las cosas yo sola.

-¿Nace este disco entonces desde la rabia?

-No, desde el cariño. Me deshago a través de las canciones pero dándole una producción alegre y sincera, que quien las escuche se quede con buen rollo en el cuerpo. Mi álbum se llama “Historias de una cantonta” y es que a veces hay que parodiarse a uno mismo. En mis conciertos intercalo monólogos para que el público se pueda echar unas risas aparte de escuchar música en directo.

-¿Cree usted que ha llegado al mundo de la música en el peor momento? 

-Es la primera crisis tan grande para el sector. No paro de oir la frase “¿por qué te compras un disco si lo tienes gratis en internet?” Parece que las personas que compran discos son tontas, y los conciertos los quieren gratis… Es un momento muy complicado ahora mismo.

-Tanto que, tras salir ganadora de Factor X, tuvo que trabajar en un Mc Donalds…

-Quién piense que va a ir un programa y luego va a ser una estrella está muy equivocado. Vivir de la música es muy complicado, incluso los que ya están consolidados en la profesión ven difícil el salir adelante. No vivo de la música y siempre he tenido otros trabajos. El Mc Donalds fue más cara al público y resultó impactante, pero agradecida de que me cogieron para trabajar, después de echar seiscientos curriculums.

-¿Son los demás artistas tan humildes?

-La mayoría son buenas personas, pero a otros se le sube la fama y se creen “los marqueses del aire”. Me gusta la gente normal y humilde. Cuando me toca estar con personas así me deprimo, aunque casi siempre me llevo sorpresas para bien.

-Consiguió que una canción suya la conozca mucho público…

-Si. “La lluvia” ha sido la canción que mas suerte nos ha dado y la que más ha sonado, con la que nos han ido conociendo poco a poco. Ahora la tenemos como una canción muy especial.

-Siendo andaluza, ¿no se atreve usted  a cantar flamenco?

El flamenco es muy complicado y me produce muchísimo respeto. Lo que si canto es copla. Cuando tenía quince años me presenté a muchos concursos que había por Andalucía y me encanta. Todavía a veces en los conciertos me animo a cantar un trozo de alguna.

-¿Tiene algún artista como referente?

-Me encanta Diana Navarro.  A nivel de potencia de voz creo que no hay otra como ella. Como  cantante masculino me gusta mucho Manuel Carrasco y Pablo Alborán. Si te paras a pensar es que la mayoría de los artistas del panorama musical son andaluces y es un orgullo para nosotros.

-¿Qué es lo que más le gusta a usted de cantar en Sevilla?

Para mí Sevilla es muy especial. Estudié aquí mis dos primeros años de universidad y me parece una ciudad increíble. Mi single `La ciudad de las bicicletas´ habla de como siempre iba en bici y de todo lo bueno que me provocaba Sevilla. Fue una etapa muy especial de mi vida y me dejé aquí muchos amigos.