La artista vuelve al mercado el martes próximo con “Quiero contarte”, nuevo trabajo con el que, además, estrena discográfica en un momento vital importante. Enamorada del ex concursante de “Gran Hermano”, Arturo Requejo, y madre de una hija adoptada, la gaditana se confiesa para nuestros lectores
Es una de las solistas nacionales más destacadas de nuestros días (y así ha sido prácticamente desde el principio de su carrera). Responsable de los pasos que da en su trayectoria, Merche ha vendido más de un millón de discos y ha actuado en más de mil ocasiones aunque, es a raíz de sus intervenciones televisivas en “Tú sí que vales”, cuando más popular se ha hecho su rostro. Enamorada del que fuera concursante de “Gran Hermano”, Arturo Requejo, la gaditana es intérprete y autora de unos temas como su primer single, “Te espero cada noche”, que tratan asuntos del corazón con los que todos podemos sentirnos identificados. Además, la artista ejerce ahora de mamá de una pequeña adoptada en la India que colma un alma tan generosa como muestra en esta entrevista.
-Buen momento el suyo, ¿no?
-Pues sí. Es una época tranquila, serena, en la que estoy viviendo cosas bonitas a todos los niveles. La vida está llena de etapas y yo siempre he tenido muy claro el camino que quería, con mis aciertos y mis fallos.
-Ha cambiado de compañía… ¿Es complejo trabajar con usted?
-Soy perfeccionista y me gusta hacer todo bien y dar lo mejor de mí misma pero no creo que sea complicado estar a mi lado. Me encanta mi profesión. Es mi pasión.
-¿No tiene manías raras?
-¿En los conciertos te refieres? Ninguna. Cuando llego solo pido “agüita” y algo que picar. Luego estoy en el estudio, donde dejo abiertas las puertas del corazón. No soy quién para llamarme “estrella” o “diva”. Eso se demuestra delante de un micrófono.
-¿Qué le parece la fama?
-La llevo como puedo pero es consecuencia de lo que hago. Mi objetivo no es ser famosa. Lo que me interesa es la música.
-Un mundo donde la imagen es importante…
-Debería cuidarme más. Tengo cuarenta años y jamás he hecho deporte. Ya bastante me muevo en la gira… De vez en cuando me compro calentadores pero todo queda ahí (risas)… Lo que sí llevo a “rajatabla” es desmaquillarme por la noche. ¿Cirugías? No. No quiero tener la misma cara que todo el mundo. Quiero envejecer con dignidad porque la belleza está más allá que cualquier arruga. Distinto es un “retoquito”…
-¿Le ha sentado bien el cambio de década?
-Hombre, asusta un poco pero estoy muy contenta. Como dicen ahora “los 30 es la vejez de la juventud y los 40 la juventud de la madurez” (risas). Los años se llevan en el carácter y en la vitalidad.
-¿Y su amor actual? ¿Qué tal?
-Cuando encuentras a una persona que sientes como compañero es maravilloso. Arturo me ha dado estabilidad y amor, compromiso, tener los mismos objetivos, las mismas metas… Lo que a todos nos enamora es la forma de ser. Es muy políticamente correcto decir que yo no me fijo en el físico, pero en mi caso no es así. A mí me convence el corazón porque no creo en los flechazos sino en conocer a quien tienes al lado y llegar a amar sus defectos. El amor y la amistad van unidos aunque no sueño con utopías sino con posibles. Cuando quiero hablar con una persona le pido: “Mírame a los ojos”. Ahí está la verdad. Eso sí, cuando me entrego es en cuerpo y alma.
-¿Y el amor de una hija cómo lo valora?
-Es el más grande. Te llevas todo el tiempo escuchando: “Cuando tenga un hijo, verás lo que cambia todo”. Pero es que es cierto. Es el amor más incondicional y más puro. Yo intento hacer todas las funciones de mamá que puedo compaginándolo con mis compromisos laborales. Estaba muy concienciada y sabía que este instante llegaría. No te imaginas lo que disfruto recogiendo a mi hija en el colegio… En el álbum hay un tema para ella y… ¡no te imaginas cómo la canta ya!
-¿Uno biológico no entra en sus planes?
-Uno, no… ¡veinte o treinta! ¡Todos los que pueda! (risas).
-¿Ejerce de ama de casa?
-Sí, sí. Me encanta hacer la comida de mi niña y las labores.
-¿No se ve casada?
-¡Uf! Nunca he sido de bodas. No ha sido una ilusión de esas que se tienen de pequeña. Sí me apetecería una fiesta para celebrarlo pero lo de la ceremonia, como que no. Lo mismo cambio de opinión mañana porque a mi madre sí que le pondría muy contenta (risas).
-Charlemos sobre la otra cara del amor… El desamor…
-Cuando te llevas ese chasco, te decepcionan (y es más común de lo que debiera ser). Tú lo intentas y pones todas tus energías pero hay quien no tiene esa misma intención. Por eso es mejor ir lo más segura posible y no soñar. Luego está el juego, que es divertido pero con precaución.
-Parece alguien bastante independiente…
-Voy a mi bola. Si quieres venir conmigo, estupendo y si no, no pasa nada. Me encanta rodearme de gente buena. Lo mismo no transigir con según qué tiene su precio pero no me vendo. Ya llegaré donde tenga que llegar por mí misma.
-¿Volverá a la “tele”?
-Si aparece un proyecto que me divierta y la música me lo permite, ¿por qué no? Me llamaron para ser jurado de Eurovisión y, a partir de ahí, surgió “Tú sí que vales”. He ido despacito pero en progresivo. De todos modos mi idioma, y mi forma de desahogarme, es componer.
