La gaditana Merche presenta este martes, en directo, en el Lope de Vega los temas de su último disco “Quiero contarte”

por Josan Muñoz

La que es una de las solitas nacionales más destacadas de nuestros días acaba de llegar de unas vacaciones en el País Vasco que han sido especiales por dos motivos: ser en la tierra natal de su pareja, el televisivo Arturo Requejo -del que se confiesa muy enamorada- y, además, por ser las primeras que pasa junto a su hija adoptiva, una niña india muy deseada que ha llegado a su vida para cambiarla por completo. Un momento vital pleno al que suma su elección como pregonera del Carnaval de Cádiz de este año, una sorpresa que ha recibido con euforia y gran nerviosismo por todo lo que significa para un artista ser reconocido en su ciudad. Antes, este martes, se dejará el alma en un concierto que ofrece en nuestra ciudad (y del que está a punto de agotar las entradas) tras casi dos años de ausencia.

-¿Como ha recibido su nombramiento como pregonera?

-Estoy super emocionada. Me avisaron hace un par de meses… ¡Imaginate! Para un gaditano es lo más importante que te puede pasar. Mucho más ilusionante que un nuevo disco. Ya han estado en ese lugar grandes como Rocio Jurado, Alejandro Sanz, Niña Pastori e incluso Cantinflas… Además mis paisanos han acogido muy bien la noticia. Me lo tomo como un reconocimiento que Cádiz me hace a mi y a mi familia. Deseando ya que llegue ese 14 de febrero…

-Buen momento el suyo, ¿no?

-Pues sí. Es una época tranquila, serena, en la que estoy viviendo cosas bonitas a todos los niveles. La vida está llena de etapas y yo siempre he tenido muy claro el camino que quería, con mis aciertos y mis fallos.

-¿Qué le parece la fama?

-La llevo como puedo pero es consecuencia de lo que hago. Mi objetivo no es ser famosa. Lo que me interesa es la música y demostrar mi valía delante de un micrófono.

-Un mundo donde la imagen es importante…

-Debería cuidarme más. Tengo cuarenta años y jamás he hecho deporte. Ya bastante me muevo en la gira… Lo que sí llevo a “rajatabla” es desmaquillarme por la noche. ¿Cirugías? No. No quiero tener la misma cara que todo el mundo. Quiero envejecer con dignidad porque la belleza está más allá que cualquier arruga. Distinto es un “retoquito”…

-¿Le ha sentado bien el cambio de década?

-Hombre, asusta un poco pero estoy muy contenta. Como dicen ahora “los 30 es la vejez de la juventud y los 40 la juventud de la madurez” (risas). Los años se llevan en el carácter y en la vitalidad.

-¿Qué tal con su amor actual?

-Cuando encuentras a una persona que sientes como compañero es maravilloso. Arturo me ha dado estabilidad y amor, compromiso, tener los mismos objetivos, las mismas metas… Lo que a todos nos enamora es la forma de ser. Es muy políticamente correcto decir que yo no me fijo en el físico, pero en mi caso es así. A mí me convence el corazón porque no creo en los flechazos sino en conocer a quien tienes al lado y llegar a amar sus defectos. El amor y la amistad van unidos aunque no sueño con utopías sino con posibles. Cuando quiero hablar con una persona le pido: “Mírame a los ojos”. Ahí está la verdad. Eso sí, cuando me entrego es en cuerpo y alma.

-¿Y el amor de una hija cómo lo valora?

-Es el más grande. Te llevas todo el tiempo escuchando: “Cuando tenga un hijo, verás lo que cambia todo”. Pero es que es cierto. Es el amor más incondicional y más puro. Yo intento hacer todas las funciones de mamá que puedo compaginándolo con mis compromisos laborales. Estaba muy concienciada y sabía que este instante llegaría. No te imaginas lo que disfruto recogiendo a mi hija en el colegio… En el álbum hay un tema para ella y… ¡no te imaginas cómo la canta ya!

-¿Uno biológico no entra en sus planes?

-Uno, no… ¡veinte o treinta! ¡Todos los que pueda! (risas).

-¿No se ve casada?

-¡Uf! Nunca he sido de bodas. No ha sido una ilusión de esas que se tienen de pequeña. Sí me apetecería una fiesta para celebrarlo pero lo de la ceremonia, como que no. Lo mismo cambio de opinión mañana porque a mi madre sí que le pondría muy contenta (risas).

-Charlemos sobre la otra cara del amor… El desamor…

-Cuando te llevas ese chasco, te decepcionan. Tú lo intentas y pones todas tus energías pero hay quien no tiene esa misma intención. Por eso es mejor ir lo más segura posible y no soñar.