El presidente del Gremio de Sastres y Modistas de Sevilla reflexiona sobre su sector coincidiendo con la entrega, esta semana, del Botón de Nácar y Oro el cual, entre otros premiados, contará con la presencia de la popular Marina Danko o de nuestro compañero, Ricardo Castillejo
Lleva más de dos décadas dedicado a la costura, profesión de la que se siente muy orgulloso y a la que se ha entregado por completo. Convertido en presidente del Gremio de Sastres y Modistas de nuestra ciudad –al que pertenecen once nombres entre los que se encuentran Blanco y Belmonte, Carmen del Marco o Fernando Ávila- desde el pasado mes de enero, Miguel Reyes se ha puesto al frente, con mucha ilusión, de la cena de gala que el próximo viernes 21 de noviembre tendrá lugar en el Cortijo Gota de Leche. Ahí se premiará a personajes que se han caracterizado por su apoyo a la moda como Marina Danko, la firma Tolentino, la bailaora Rafaela Carrasco, el presidente del Grupo Morera y Vallejo, Antonio Morera, o nuestro compañero, director de “Sevilla Magazine”, Ricardo Castillejo.
-¿Cuál es el objetivo de este evento?
-El sentido es promover la moda y la costura y que nuestro colectivo se escuche más. En definitiva, promover la confección y la artesanía. Defendemos la modistería, que todo esté hecho a mano, que un patrón sea para una sola persona… Eso se estaba perdiendo y parece que, poco a poco, se está recuperando.
-Porque, la diferencia entre diseñador y modisto, ¿cuál es?
-Pues el diseñador crea pero no sabe coser, no ejecuta su pieza mientras que, el modisto, sí. De hecho, nosotros diseñamos y cosemos, sabemos dónde están los fallos, controlamos la caída de la tela…
-Ya que estamos sobre este asunto, ¿no le parece que hay demasiados diseñadores?
-Es excesivo y eso nos perjudica porque a mucha gente le da miedo lo que por nuestra parte se le pueda hacer por malas experiencias previas. Esto es muy complicado. Después de veinte años trabajando es ahora cuando me considero modisto. Cuando empecé no sabía y cometía muchos fallos. Me fiaba de las señoras que tenía conmigo en el taller. Ahora ya corto, le doy talla y forma…
-¿Y los famosos que se meten a hacer ropa?
-Eso es otro asunto. Si se preparan no pasa nada, pero necesitan un buen equipo. Lo que sí es cierto que lo tienen más fácil que los que no somos populares.
-¿Es una profesión con la que se nace o se hace?
-Como todas las cosas “de arte”, se viene con ello. Recuerdo que de pequeño me gustaban las muñecas de mi hermana y les hacía vestidos. Luego, con el tiempo, te preparas. También tuve la suerte de dar con Pepín Castillo.
-Al que considera su maestro…
-Claro. Me enseñó mucho. Me acuerdo de él a la hora de ver, por ejemplo, la caída de un tejido (que eso no lo saben ni los profesores de las escuelas).
-¿Siente un poco de menosprecio por parte de las nuevas generaciones hacia la labor de “modisto”?
-Sí. Parece que está pasado de moda y es difícil luchar contra eso. Sería más bien que los centros lo enseñaran y lo llevaran a los talleres. Aquí hay sitio para todos. Después habría que medir las cualidades de cada uno…
-¿Es tan caro hacerse una prenda a medida como se piensa?
-Eso es un tema tabú pero equivocado. Te puede costar igual o casi igual que un prét-à-porter, lo que pasa es que hay materias primas que cuestan caras.
-Hábleme de su premiada, Marina Danko…
-Es un encanto, una señora. No me la esperaba tan cercana y tan llana. Muy sencilla pero con mucha clase.
-¿Raquel Revuelta? A su academia también le otorgan un galardón…
-Ha sido todo para este ámbito en Andalucía. Ha sabido formar grandes modelos y misses que han salido de su empresa, y ha abierto el camino para los que hemos venido después. Le tengo mucho cariño.
-¿Y de Ricardo Castillejo? ¿Qué me dice?
-Un gran periodista que se ha dedicado con mucho cariño a la moda y al que reconocemos por méritos propios.
-¿Un cuerpo imperfecto puede transformarse a través de la costura?
-Indiscutiblemente, ayuda. Si una persona tiene un defecto, se puede engañar y así una cintura baja se entalla y se sube o a una cadera hundida se le da volumen. A algunos clientes les he llegado a meter dos hombreras en un lado y una en otro para compensar un desequilibrio.
-¿Quién es para usted la más elegante?
-Naty Abascal. Desde que la conozco lo pienso. Su forma de andar, sus movimientos. Todo en ella es estiloso y con eso sí que se nace.
