La popular protagonista de series como “Élite” o “El internado” se estrena en el Festival de Teatro Clásico de Mérida dando vida a Yocasta, madre de Edipo y, según ella misma nos cuenta, uno de los papeles más importantes de su carrera

Sus casi seis millones y medio de seguidores en Instagram dan fe de la popularidad de la que disfruta Mina El Hammani disparada, sobre todo, a raíz de la participación en la serie de Netflix, “Élite”, dando vida a la musulmana Nadia. Así que no es de extrañar la gran expectación que existe en torno a su participación en “Edipo”, dando vida a la reina Yocasta y acompañando en el elenco al también muy conocido Alejo Sauras. Todo un reto que la lleva al Festival de Teatro Clásico de Mérida para, desde esta noche y hasta el domingo, emocionar al público con una historia que, para nuestra entrevistada, supone un antes y un después.

-Después de una trayectoria ligada a televisión, ver que se te abre esta puerta del teatro -y de qué teatro-, imagino que, como poco, te tendrá emocionada…

-Desde luego. Lo que sí que desde que empecé a formarme lo he tenido muy claro y, aunque lo que me han ofrecido ha sido en su mayoría para audiovisual, para mí el teatro era una prioridad. La oportunidad en “Dentro de la tierra”, hace cuatro años, y con este “Edipo” en Mérida -ambas dirigidas por Luis Luque- ha sido un placer y un lujo porque es algo que siempre he querido. Creo que va a ser lo mejor que voy a hacer en mi carrera porque, un personaje como éste, dudo que pueda superarlo.

-Con quienes proceden, como tú, de la pequeña pantalla los críticos teatrales suelen tener las garras más afiladas… ¿Cómo llevas saber que vas a estar muy mirada?

-No lo quiero pensar. Soy consciente de dónde vengo y tengo claro que mi corazón va a estar sobre el escenario al cien por cien, como en todos mis proyectos. Al final, el juicio de cada persona es individual y ahí no puedo hacer nada. Solo puedo trabajar y aprovechar al máximo la oportunidad, dando toda la verdad al papel y a la representación en general. He estado cien por cien involucrada en los ensayos, dando forma a la parte maternal. No he sido madre, pero sí he llevado al límite la imaginación de lo que puede suponer perder un hijo, pensando qué supone ser una reina y que ciertos comentarios no lleguen afuera.

-Los textos de teatro clásico suelen tener varias enseñanzas… ¿Cuáles son las de este “Edipo”?

-Es un “Edipo” quebrado, con mucha locura y, a la vez, muy poético y con mucha magia. Plantea muchas preguntas para las que todavía ni nosotros mismos tenemos respuesta, pero con lo que yo me quedo es que no se puede escapar del destino que tiene cada uno.

-¿Nuestro camino está escrito entonces en algún sitio?

-Escrita no sé, pero todo lo que venga, por algo será. Igual puedes tomar ciertas decisiones, aunque sí que, cuando algo va cosiendo el mismo patrón, algún sentido tiene. Sí he aprendido de esta obra a afrontar lo bueno y lo malo sin intentar esquivarlo.

“No se puede escapar del destino que tiene cada uno. Igual puedes tomar ciertas decisiones, aunque sí que, cuando algo va cosiendo el mismo patrón, algún sentido tiene”

-Hasta ahora tus papeles han tenido raíces árabes pero, de pronto, te conviertes en la madre y esposa de Edipo…

-Es algo que necesitaba hacer en mi vida. Me considero actriz, con independencia de mi origen y por eso es un orgullo esta representación. A nivel de diversidad va a haber un cambio en el teatro de España, como ya pasa en Reino Unido, donde los actores interpretan personajes sin que se mire tanto su origen.

-¿Tus raíces culturales, a la hora de elegir proyectos, te condiciona?

-No, pero sí soy respetuosa en este sentido. En España existe muchos clichés y he decidido no hacerlos porque tampoco mi profesión es cambiar guiones. Si estoy en algo, que sea lo más digno posible.

“En cualquier relación el amor es respeto, empatía, para empezar, con uno mismo. Lo importante es tener seres humanos buenos porque el amor salva vidas”

-Con tus interpretaciones y tus redes, donde atesoras millones de fans, tienes un poder importante para influir en muchas personas… ¿De qué forma lo manejas?

-Sinceramente, antes tenía mucho miedo de lo que publicaba, por la cantidad de gente que me sigue. Intento ser yo misma y ser lo más natural posible y no dar lecciones de nada, manteniendo el contacto con todos y, en especial, con los jóvenes. Que exista un cierto cambio para mejor y plantear ciertas preguntas que ayuden.

-Has confesado que la fama te ha llegado a superar… ¿Lo llevas mejor?

-Son etapas. Hay momentos que no estás preparada para ciertas cosas, pero, como todo, se va aflojando y terminas aceptándolo de la mejor y más sana forma.

-Las historias del mundo clásico son muy extremas, pero… ¿consideras que siguen siendo actuales?

-No hemos cambiado tanto. Todo tiene su evolución, pero todo eso sigue pasando. Hay incestos, asesinatos de hombres a mujeres… Sí que intentamos gestionar mejor esos sentimientos y emociones, porque es una cuestión que no nos la enseñan en la escuela.

-A tus 27 años, ¿cómo entiendes tú el amor? En “Élite”, por ejemplo, casi cualquier opción es válida…

-En cualquier relación el amor es respeto, empatía, para empezar, con uno mismo. Eso lo tengo presente a diario con todos los que me rodean. Lo importante es tener seres humanos buenos porque el amor salva vidas.