Tras “8 maravillas”, la ganadora de la edición 2020 de “Operación Triunfo” nos hace pensar con su nuevo “single”, “Malayerba”, en cómo marcar nuestros límites ante una relación tóxica.
Por Ricardo Castillejo
La suya ha sido una edición muy atípica. Con una pandemia de por medio, este año ha sido el menos lucido en la historia de las diferentes promociones de la academia de “Operación Triunfo”, lo que no quita para que, su ganadora actual, Nia, no lo esté disfrutando con intensidad. Lo que sí tiene ganas la canaria es de poderse subir a un escenario, ante un público multitudinario, para poder interpretar temas como “Malayerba”, un paso más en una carrera discográfica que acaba de comenzar y en la que aún tiene mucho que decir. Y es que, a sus 26 años, a esta simpática joven aún le quedan muchas batallas por librar…
-Estamos pasando un momento fatal, aunque, sin embargo, por ti tú no puedes sino alegrarte…
-Es curioso, porque a veces no quiero hacerlo, pero es que, a mí, en 2020, me ha tocado la mejor experiencia de mi vida. Me doy por satisfecha con el paso por el programa, igual que creo piensan mis compañeros. Tampoco hemos tenido otra opción y lo que sí es cierto es que, en una etapa así, en la que todo el mundo necesitaba desconectar, la energía era como más potente. Hemos tenido mucha suerte.
-¿Eres de suerte o de trabajo?
-De ambas cosas. No concibo nada sin esfuerzo, pero, claro, indiscutiblemente existe un punto de suerte. Nunca pensé presentarme a “Operación Triunfo”, por ejemplo, y lo hice con la idea de que, si no pasaba nada, no volvería a tener esa oportunidad. Era “ahora” o “nunca” pues, por edad -y por ya estar en la música-, pensaba que no me iban a coger.
-Pareces una mujer muy “normal”, que lo habla todo con mucha naturalidad…
-¡Es que soy una mujer normal! (risas). No puedo comportarme de otra forma… Al saber de qué va esto, no se me despegan los pies del suelo. Además, me sigo rodeando de los mismos amigos y hago lo mismo. Lo único que ha cambiado es que tengo una discográfica que apuesta por mí. Bueno, y que hago portadas de revistas a las que, evidentemente, antes no tenía acceso…
-¿Qué sensación te provoca pensar que todo esto pueda ser pasajero?
-No me da miedo. Si no me va bien con mi carrera en solitario sé que seguiré vinculada a la música, como he estado sin ser conocida. Vamos, que queda Nia para rato… (risas).
-Es que parece que el triunfo es solo estar en primera fila…
-Eso es un error. Igual que cuando me preguntan por “la maldición del ganador de “OT”” o si pienso que no voy a tener éxito… Yo, por poder dedicarme a lo que me gusta, ya soy exitosa. Diferente es que tenga más o menos repercusión.
“Soy muy impulsiva y tengo muy mala leche. Mi pronto es muy fuerte, aunque también tenga mucho sentido del humor. Si algo no lo sé encajar muy bien, sonrío y… ¡dejo que fluya!”
-Has pertenecido a elencos como el de “El rey león”… ¿Pesa más la cantante… o la actriz?
-La cantante, a pesar de haber estudiado algo de interpretación. Por eso, si me ofrecen un papel en una serie, sería la bomba (risas).
-En “Malayerba” hablas del mal amor… ¿Cuándo empieza una relación a no convenir?
-Cuando no te dejan ser, cuando te cohíben, cuando te intentan atar. El amor no debería ser sufrimiento, aunque haya quien lo entienda así, sino más bien la libertad. Nosotros, con nuestra energía, atraemos según qué personas y, en mi caso, todo el que ha pasado por mi camino me ha aportado algo bueno.
-Hoy día el abanico se ha abierto mucho y lo mismo se ve bien estar con un hombre o una mujer o mantener una “trieja” (a tres)… ¿Eres abierta, en este sentido, o más bien tradicional?
-No soy tradicional y no concibo una relación a tres, aunque sí acepto una relación abierta.
-Ana Guerra, canaria como tú, tiene alguna canción en la que fantasea con estas cuestiones… ¿Qué pasaría si, como ella, te encontraras, por algún noviazgo, con los paparazzi en tu puerta?
-No me haría ninguna gracia y lo llevaría muy mal porque soy muy mía para mi intimidad, aunque creo que lo sabría torear bastante bien. Supongo que es el precio a pagar por ciertas cosas…
-¿Cuáles son tus límites?
-Me encantaría que se tuviera sentido común, que escasea bastante, pero al menos que no se metan en tu vida. Lo que por supuesto no me molesta es que me paren por la calle o me pidan una foto.
-¿Qué es lo peor de tu carácter?
-Soy muy impulsiva y tengo muy mala leche. Mi pronto es muy fuerte, aunque también tenga mucho sentido del humor. Si algo no lo sé encajar muy bien, sonrío y… ¡dejo que fluya!