Después del gran éxito de su tema “Vi”, el artista malagueño saca hoy su primer disco, “Once historias y un piano”, preparado para convertirse en la gran revelación musical del año

Josan Muñoz (@josan_ms)

Una vez pasado el gran “boom” de popularidad que le brindó su participación en la edición de 2008 de “Operación Triunfo”, vino un tiempo de espera en el que Pablo López pudo poner los pies en el suelo y crear unos temas que hablan al corazón con un lenguaje entendible y apoyados por su gran dominio de los teclados. Su primer sencillo, “Vi”, ha sido avalado por una gran compañía discográfica y las principales emisoras de radio del país como antesala de “Once historias y un piano”, disco que hoy sale a la venta y que, el artista revelación de la temporada, firmará esta tarde en Media Markt de Alcalá de Guadaira.

-Nos conocimos hace unos meses… ¿Le ha cambiado mucho la vida en este tiempo?

-Pasan años sin que ocurra nada y, en cuestión de poco, todo puede ser diferente. No tenía ni fecha para disco entonces y fíjate, ya está en la calle. En verano hemos hecho mucha promoción y hemos grabado un videoclip muy duro de rodar, donde he sido medio actor interpretando mucho, y muy complicado físicamente. ¡Un tostón increíble! Tres interminables días de trabajo en Barcelona…

-¿Se siente cómodo con la fama?

-Me está gustando porque la gente se acerca a mí con cariño y respeto. Cuando sales de un programa de televisión, como me pasó a mí, tienes mucha popularidad pero por el “reality” y los “fans” quieren conocer lo que ven en la pantalla, les gustes más o menos.  Ahora vienen por mí, porque de verdad les llega lo que hago.

-¿Qué es lo bueno y lo malo de ese tipo de programas de los que hablamos?

-“Operación Triunfo” o “La Voz” te dan una fama exprés, instantánea, porque haces grandes cosas delante de un público inmenso. Ganas experiencias y vives historias emocionantes. El lado negativo es que te haces una idea equivocada de lo que es una carrera musical. Parecía todo muy fácil. A pesar de que los compañeros que nos visitaban nos decían que había que currar mucho, pensábamos que ya el futuro estaba resuelto.

-En “Vi” habla de muchas cosas que pasan ante sus ojos… ¿Cuál es la que más le ha sobrecogido?

-Hace poco viví una de las experiencias que más me han hecho sentir. Fue aquí en Sevilla, en un programa con Gemma Nierga. Canté “Mi casa”, que habla del gran problema de los desahucios, delante de invitados que, casualmente, estaban allí porque estaban a punto de perder su hogar. Fue un momento mágico, de una emoción tan fuerte que me dejó abatido. Vi el poder de unión que tienen las personas en esta difícil etapa.

-¿Prefiere dedicarse a las cosas malas o a las buenas de la vida?

-Tengo una gran tendencia personal a ser negativo y, para salvarme a mí mismo, soy positivo en la música. Es una falta de respeto que precisamente yo, que vivo un magnífico momento, me queje pero no puedo evitar esta relación constante mía con el pesimismo. Escribir es mi terapia de choque, mi mejor psicólogo.

-¿No ha estudiado a qué puede deberse?

-Al miedo al fracaso, a la caída cuando estás en lo alto, al dolor. Después hay instantes puntuales en los que me lanzo y soy el más valiente, pero tengo una gran afinidad con lo catastrófico.

-Porque, ¿qué es para usted el éxito?

-Aunque suene frívolo, tener una vida digna con lo que hago; libertad para expresar tu creatividad libremente; satisfacer a los que trabajan contigo, a las grandes empresas que apuestan por ti y a la gente que no puede vivir sin tu música. Es triste, una gran pena que, para muchos artistas, el éxito sea solo salir en la tele.

-¿Por qué están apostando tanto por su trabajo ahora y no antes? ¿No era el mismo?

-No creo en el lema “El que la sigue la consigue” sino más bien en el “Efecto mariposa”. Se tienen que alinear una serie de circunstancias para que ocurra eso que tanto esperas. Un ejemplo: hoy me he encontrado con Pastora Soler, que quiso que le hiciera un tema para su nuevo disco, algo que me habría encantado pero que, por falta de tiempo, no ha podido ser. ¿Quién sabe si esa melodía podría haber cambiado su carrera? O la mía… O incluso mi vida. Solo sé lo que vivo en la actualidad

-¿Es este presente como lo imaginaba?

-Nada es nunca como uno lo espera. Esto ni lo hubiera soñado, el apoyo de todas las radios, estar en “Los 40 principales” -donde entra tan poca música en español-… Me falta el directo, pero llegará porque es algo a lo que soy adicto. Ahora que estoy tan expuesto me he dado cuenta de que también necesito encontrarme a mí mismo físicamente, pillarme el punto. Una cosa tengo clara: sé que lo mejor está por llegar.

-Tiene un tema llamado “La mejor noche de mi vida”. ¿Cómo sería ésa?

-Una noche no planeada, en la que de veras te pasa lo que realmente quieres y no lo que sueñas. A veces el cuerpo te demuestra que, lo que te hará dichoso, no es lo que crees que quieres. Piensas que deseas unas cosas y las circunstancias te llevan a otras que, de repente, te hacen sentir. El máximo error es intentar volver a vivir una situación en la que fuiste feliz, porque nunca será igual. Hay que inventarse cosas nuevas.

-¿Cómo será su firma de discos esta tarde?

-Como es común en mi, tengo miedo (risas). Sufro de imaginármelo. Mi parte pesimista hace que crea que estaré solo, sin gente a la que firmar. Desconozco aún el poder de convocatoria que tengo. Estaba acostumbrado a las multitudinarias firmas que hacíamos con “Operación Triunfo”, que se salían de madre con miles de personas coreando nuestros nombres… Lo único que espero es disfrutar mucho.