Tras dejar impresionado a todo un país con una técnica impecable y una importante contundencia vocal con la que arrasó en el programa “La Voz”, éste extremeño da nuevos aires a éxitos de los grandes solistas españoles en un álbum, “Mis ídolos”, con quienes ha crecido en una carrera artística que ha madurado a fuego lento.
Aunque lleva más de dos décadas protagonizando importantes producciones de teatro musical en nuestro país y colaborando con artistas consagrados como Alejandro Sanz, David Bisbal o Rosana, fue a través de su participación en el exitoso concurso televisivo “La Voz” cuando se hizo conocido para el gran público gracias a unas potentes y melódicas dotes vocales y una capacidad interpretativa que consiguió atrapar al publico desde el primer instante. Facultades éstas que ahora, Paco Arrojo, vuelve a exponer en “Mis ídolos”, un disco donde, con unos arreglos novedosos y actuales, repasa los éxitos de los que han sido referentes para el como Raphael, Alberto Cortés y Ángela Carrasco con quienes canta a dúo.
– ¿Los artistas de antes eran de otra pasta?
– No eran ellos sino el contexto, que ha cambiado bastante. Hoy hay grandes intérpretes pero con menos oportunidades. No podemos olvidar que la música es un artículo de lujo y la situación está complicada incluso para tener lo necesario para vivir.
– ¿Le está resultando dura su andadura hacia el éxito?
– Con trabajo y constancia siempre hay un sendero que seguir. Me dedico a esto desde adolescente porque es lo que amo: la música y el teatro. “La Voz” nos presenta a un público que nos pone cara y nombre, pero ya llevaba mucho recorrido antes que eso. Ahora tengo un equipo detrás que cree en el proyecto “Mis ídolos”, y con el que viajaré también a Latinoamérica en breve. Ya había grabado un primer disco con 18 años pero este es el primero con consciencia.
– ¿Qué debe tener un cantante para ser ídolo suyo?
– Tiene que ser artista, emocionar. Cuando uno lo es lo ve todo el mundo. Es la facilidad de comunicar historias en cuatro minutos, no cantar sin más. Cada uno de los que he recordado en este trabajo tiene su espacio en mí. Con Raphael trabajé dos años en “Doctor Jekyll y Mister Hyde” y descubrí que cuenta las experiencias como nadie. Tiene un compromiso con su profesión, era el primero en llegar al teatro.
– ¿Desde cuando es la música su vida?
– Con la mayoría de edad comencé a cobrar un jornal recorriendo mi tierra, Extremadura, con una orquesta. Más allá de eso, participaba en “Jesucristo Superstar” junto a compañeros como Raquel Sánchez Silva que es de mi ciudad, Plasencia, y con quien tengo una gran amistad. Quería hacer de esto mi profesión y he puesto todo lo que estaba en mi mano. Estudiar canto, interpretación y tener una disciplina que ahora se agradece. He participado en veinticuatro títulos de espectáculos musicales y acompañado en giras a Marta Sánchez o Miguel Bosé, pero fue “La Voz” la mayor plataforma que he tenido. Audiencias increíbles que rara vez se dan y tuve la suerte de ir en ese tren.
“Soy un hombre de 41 años que lleva más de media vida en esto, eso te da un resorte”
-¿No cree que la mejor voz del programa era la suya?
– En la tele buscan entretener y lo que debemos es aprovechar el escaparate que se nos brinda. Eso importa más que resultar el vencedor. Bisbal no ganó “Operación Triunfo” y fíjate. El mismo me lo decía. Yo voy más por el camino del esfuerzo, del poquito a poco, como Pastora Soler. Estoy feliz porque siento que estoy en el camino. Es más difícil asumir un gran éxito que cincuenta fracasos. Quiero saber que controlo la situación. Soy un hombre de 41 años que lleva más de media vida en esto, eso te da un resorte.
-Parece más joven…
– Me gusta cuidarme, sentirme bien. Hago remo e intento tener una imagen en armonía con lo que soy, pero sin obsesiones. Quiero que venga a verme por como canto. Solo uso una crema hidratante. La garganta si que la trato bien con ejercicios, vocalizaciones, durmiendo mis horas y llevando un equilibrio en mi día a día. Sin esto no podríamos ni imaginar que, por ejemplo, Plácido Domingo cantara así a sus más de 70 años.
– ¿Es una profesión muy sacrificada?
– Es más duro picar piedra en una mina. Esto es inestable pero lo haces porque lo amas. Soy muy afortunado, debo dar las gracias todos los días de mi vida. Es una responsabilidad estar en un teatro todos los días, incluido fines de semana. Eso hace que la vida social tengas de dejarla a un lado, pero cuando pongo en la balanza lo que pierdo y lo que gano, siempre me sale a favor
-Escuchando los temas que triunfan hoy día, parece que las facultades vocales importan poco…
– Ahora hay mucho artista de “inventos”, pero, ¿Cuándo le quitas todos los efectos que te queda? En el directo no hay ni trampa ni cartón y hay que estar muy preparado para enfrentarse al directo. Conozco a muchos grandes y lo son porque lo controlan todo. Se esta muy expuesto. Para cantar lo que yo hay que estar muy bien en todos los sentidos si no es imposible.
-¿Se lleva bien con la fama?
– Que quieran saber es normal porque cada vez se me conoce más, pero, como no soy un niño, lo miro todo con los pies en el suelo. Todos tenemos una vida y una casa, y la gente especula. Si a pesar de que hablen de ti te mantienes en el camino se acaba viendo que lo que realmente interesa de ti es lo que puedes aportar profesionalmente.
