La cantante celebra hoy 49 aniversario en su momento personal más polémico, señalada por el consumo de drogas y las denuncias de los padres de sus hijos por las custodias de estos.

Por Ricardo Castillejo

Su vídeo durante el confinamiento -donde aparecía fuera de sí dando la sensación de estar consumiendo alguna sustancia-, ha sido un escándalo más de los muchos que se suman a su trayectoria, sobre todo en los últimos tiempos. Paulina Rubio no levanta cabeza y cada vez ve más dañada su imagen ante un público que, desde el principio de su carrera, le ha apoyado y le ha querido.

Sin embargo, la “chica dorada” -que hoy cumple 49 años- parece precipitarse a un abismo desde el que, si sigue así, no solo le va a costar muchos quebraderos de cabeza, sino que hasta podría suponerle la custodia de sus hijos. En este sentido, tanto Nicolás Vallejo, “Colate”, como Gerardo Bazúa -al que conoció siendo ella “coach” en la versión mexicana de “La voz” y él, participante-, padres de Andrea y Eros, respectivamente, han desenterrado, con más fuerza que nunca, el hacha de guerra y están dispuestos a lo que sea -incluso a aliarse, a pesar de no conocerse-, para lograr que la mexicana ceda a sus peticiones como progenitores. “Si yo puedo ayudar al hermanito de mi hijo a que cumpla su derecho de ver a su padre, pues ¡por supuesto que le voy a ayudar! A mí no me parece bien que ese niño no pueda verlo”, ha declarado al respecto Bazúa.

Por su parte, nuestra protagonista calla, acumulando una “leyenda negra” en la que se encuentra su enemistad con Thalía y una agitada vida sentimental en la que también aparecen otros romances como el que mantuvo con Ricardo Bofill. Por si fuera poco, ha sido fotografiada orinando en la calle y hay conciertos en los que, sus desafines, hacen pensar en que no comparece ante sus seguidores en posesión de sus facultades. Es más, ha llegado a dar positivo por consumo de drogas antes de alguna actuación y, echando de esta forma, más leña en el asador. 

Una mujer nacida para dar que hablar a la que, ojalá, el destino traiga serenidad. Sería, posiblemente, su mejor regalo de cumpleaños.