La sala Al-Andalus del Palacio de Congresos acogerá el próximo sábado 25 el concierto de este cantautor canario que celebra “30 años” –nombre de su gira- en la música donde, además de contar con éxitos propios, ha escrito para artistas de la talla de Víctor Manuel, Ana Belén o Marta Sánchez
El artista se encuentra repasando una andadura musical que ya suma tres décadas en las que ha pasado por etapas bien diferenciadas. Fundador del “Taller Canario de la Canción” fue en 1993 cuando se trasladó a Madrid y comenzó a colaborar con importantes artistas para después lanzar su primer disco en solitario donde incluía el tema “Contamíname”, grabado anteriormente por Victor Manuel y Ana Belén y que recibiría el Premio Ondas a la Mejor Canción. Tomaba fuerza así el nombre de este cantautor que ha sabido encontrar un hueco en el difícil mercado discográfico.
-¿Cómo es un espectáculo suyo?
-Será un concierto donde me acompañen Marwan y también “El Kanka”, por lo que no será el habitual de la gira “30 años” con la que ya estuvimos en Sevilla pero sí un repaso a mi carrera. Intento que haya un reflejo de todos los momentos vividos, de mis diferentes discos, de las vivencias…
-Porque en estas tres décadas… ¿Ha cambiado mucho?
-No sé si mucho más allá de la madurez que te da la edad y del cúmulo de experiencias. Creo que sigo siendo el mismo, con mis ideas y mi forma de sentir.
-¿Qué ha aprendido de este oficio? ¿Y de la vida?
-Tanto tiempo de dedicación da para saber mucho. De mi profesión conozco perfectamente el terreno por el que piso pero de la realidad de la vida nunca se termina de saber todo. Lo más importante es trabajar y trabajar… Y la familia. Tengo la suerte de que mi mánager es además mi compañera, por lo que compaginamos el trabajo con la faceta familiar (nunca al revés). Esos son los dos pilares fundamentales.
-¿Sigue siendo tan reivindicativo como cuando empezó?
-No tendría mucho sentido que eso no hubiera continuado. Siempre compagino música y compromiso con unas temáticas que se van repitiendo aunque pasen los años. Uno no puede implicarse con unas causas más que con otras. El comprometido lo es siempre (y el compromiso no deja nunca de ser compromiso). Sí que es cierto que he prestado especial atención a recuperar la memoria histórica, por la que todo lo que se haga es poco, o a conseguir la igualdad de género, pero no porque sean los más importantes. Aún queda mucho para que ambos sexos reciban un trato igualitario. Es un terreno que tendrá mucho por labrar aún mientras las mujeres siguen siendo asesinadas a manos de sus parejas, no solo en España, sino todavía más en otras partes del mundo.
-Sin embargo, otros cantautores parecen haber abandonado la protesta…
-Antes eso era patrimonio de los cantantes que componían, de un estilo concreto, pero ahora el rock, el hip-hop e incluso el pop se han vuelto luchadores contra determinadas injusticias. El movimiento social también ha cambiado. Se difunden ideas y valores desde el anonimato, las redes sociales mueven mucho activismo, por lo que la música es un elemento más dentro de todo el entramado.
-Una vida ligada a la música… ¿No agota?
-Para nada. Hay épocas con más ilusión, como en la actualidad, en las que tomas impulso para otras en las que te sientes más cansado. Es cierto que entre 2005 y 2008 quise tomarme una temporada sabática, parar… pero sería injusto considerar que este trabajo es más sacrificado que muchos otros.
-¿Cómo diría que ha sido su carrera?
-Una trayectoria donde las cosas se dieron muy poco a poco. Vine a Madrid cuando ya llevaba una década de andadura profesional, y hasta dos años después no salió mi primer disco. Todo ha sido a base de mucho esfuerzo, constancia, paciencia y no sé si suerte, pero sí ayudó dar un paso en el momento preciso y con las condiciones externas apropiadas. Pienso que esas cualidades son las primordiales para todo en la vida.
-Ha compuesto para Ana Belén, Paloma San Basilio… ¿Qué debe tener un artista para que le ceda una de sus canciones?
-Siempre fue decisión de ellos, que se acercaron a mi obra y han querido cantar algunas de mis letras. Todos lo hicieron desde el respeto y consiguiendo versiones muy acertadas, por lo que quedé contento. Eso sí, me siento responsable de mi forma de interpretarlas, no de cómo lo hagan ellos.
-Luego queda el Pedro Guerra en la parcela íntima… ¿Cómo es en su faceta de padre?
-Tengo dos hijos y eso lo cambia todo. No podemos movernos sin contar con ellos e intento inculcarles buenas enseñanzas. Hay que estar encima suya. Dejar hacer y no dejar pasar. También en esto procuro llevar las cosas con calma. Soy sereno a la par que nervioso.
