El productor declara que, al llegar a su vivienda de Barcelona, se la ha encontrado con la caja fuerte “reventada”.
Por Ricardo Castillejo
Ha sido en “El programa de Ana Rosa” donde José María Mainat ha sorprendido con las declaraciones que ha realizado tras volver a su casa, en el barrio barcelonés de Horta, y encontrarse allí con la caja fuerte “reventada”. “No queda nada”, reconocía el productor, en el punto de mira mediático desde que su mujer, Ángela Dobrowolski, habría supuestamente intentado asesinarle en la que se ha bautizado como la “vivienda de los horrores”.
Ángela fue desalojada del domicilio el miércoles de la semana pasada, agotando los diez días que tenía para abandonarla voluntariamente desde que, el pasado 13 de octubre, concluyera el plazo judicial para dejar el hogar conyugal. El Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona la tenía en libertad provisional tras la mencionada presunta agresión mortal -en la madrugada del 22 al 23 de junio- contra su marido en relación al que tiene una orden de alejamiento que le impide acercarse a él a menos de 1.000 metros.
Sin embargo, este truculento caso no termina así como así, siendo el capítulo presente el de un robo que no viene sino a sumarse a una serie de extraños acontecimientos que, cómo no, también están sufriendo los hijos de la pareja, Jana y Joan Ramón, de 8 y 4 años. Con ellos, Mainat se había trasladado a otros pisos de su propiedad en la Ciudad Condal en la que Dobrowolski -a la que también se le ha retirado el pasaporte- tiene que comparecer cada quince días en el juzgado.
¿En qué deparará esta típica noticia de crónica negra? ¿A qué nuevas desventuras conducirá a sus protagonistas? Una historia de la que aún quedan muchas líneas por escribir…