La hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón cumple 39 años recibiendo todo el cariño de amigos y compañeros y con una nueva vida gracias a sus facetas como diseñadora, influencer y colaboradora de televisión.

Por Ricardo Castillejo

Tamara Falcó está que se sale. Tras varias etapas en las que incluso se llegó a plantear ser religiosa, la hija de Isabel Preysler parece haber encontrado su camino. Así, Tamara se ha desvelado como una ilusionada diseñadora de colecciones que, poco a poco, ha ido presentando en unas redes sociales donde atesora más de 925.000 seguidores, convirtiéndose, gracias a esa comunidad, en una influencer reclamada por multitud de marcas y acciones publicitarias.

Precisamente en su perfil de Instagram ha subido una foto soplando las 39 velas de su tarta, rodeada de amigos y feliz por disfrutar de tantos regalos vitales como el de participar, semanalmente, en “El Hormiguero”, de Antena 3, espacio al que el jueves llevó una tarta de chocolate y en el que le regalaron un enorme ramo de flores fucsias y azules.

En cuenta atrás para convertirse en marquesa de Griñón -título heredado tras el triste fallecimiento, este año, de su padre-, nuestra protagonista se convertirá en jurado, de un nuevo programa de Atresmedia llamado “El desafío”, donde compartirá la responsabilidad de dictaminar su veredicto -ante participantes que se pondrán a prueba con diferentes juegos-, en compañía de Santiago Segura y Juan del Val, esposo de Nuria Roca.

Nuevos retos, por tanto, para esta mujer que nunca deja de colaborar en causas como el Día Internacional del Niño o la Pontificia Scholas Ocurrentes en España, fundación creada por el papa Francisco para la que, en octubre, fue designada embajadora. 

Imparable, Tamara, que no tiene prisa por encontrar el amor, es un atractivo torbellino que el tiempo ha calmado pero que siempre nos arrastra con su fuerza. Una eterna adolescente de casi 40.