La sevillana nos propone una original aventura en la que mezcla música -lanzando el bolero “Espérame en el cielo”-, y un vino, Ribera del Duero, llamado “Encanto”, con el que brindar por este 2021 que acabamos de estrenar.
Por Ricardo Castillejo
A sus 36 años es la heredera española del bolero, género con el que ha conseguido convertirse en un auténtico referente a través de más de dos décadas de una carrera en la que también ha tocado otros géneros de la música ligera. Casada y madre de cuatro hijos -Daniela, Leandro, Valentina y Héctor-, la sevillana es una mujer con una mente abierta, pero, a la vez, defensora de la familia y de esos valores tradicionales dentro de los que predica con su propio ejemplo. Ahora, además de cantar, Tamara se presenta como empresaria de un vino, “Encanto”, del que se ha convertido en su gran embajadora.
-¿Existe, a propósito de esta versión de “Espérame en el cielo” que estrenas, un lugar, más allá de éste, donde seguir queriéndose?
-Como soy tan soñadora y tan positiva -y creo tanto en la esperanza y en la positividad-, espero que sí. Además, soy creyente y confío en que hay algo más poderoso que nosotros y que nos marca el destino. Es más bonito pensar que te vas a reencontrar con los tuyos en algún momento. También creo en la reencarnación. A veces son almas jóvenes y otras, almas viejas que ya han estado aquí.
-Pero esos amores eternos no se dan ya, ¿no? Ahora más bien es, como dice Maluma, ser “felices los cuatro”…
-Y que conste que estoy a favor de eso… (risas). ¡Soy del 84! Estoy a favor de disfrutar, aunque es cierto que hay un momento en el que puede llegar esa persona especial a tu vida y querer compartirla con ella y eso es maravilloso. Yo deseaba ser madre, pese a que no se es más mujer por serlo o no. Es solo una decisión y, en nuestro caso, apostamos por una familia grande. No es fácil pero el problema de hoy día es que no tenemos la paciencia para conocer y aceptar a otros con sus defectos y virtudes. Lo mismo que con los amigos vas a muerte, y les perdonas casi todo, debería suceder con tu pareja. Luego hay muchas fases, y eso es lo bonito.
“El problema de hoy día es que no tenemos la paciencia para conocer y aceptar a otros con sus defectos y virtudes. Lo mismo que con los amigos vas a muerte, y les perdonas casi todo, debería suceder con tu pareja”
-¿Te sientes en lo tuyo como una “última de Filipinas”? Solista femenina defensora del bolero…
-Espero no ser la única y que aparezca algún hombre o mujer que siga con este género y con la música melódica-romántica, en general. Empecé de niña y me he convertido en la “reina del bolero” y es maravilloso y un reconocimiento a mis 21 años de trayectoria, pero ojalá me haga mayor y pueda hacer duetos con otros que vengan después.
-¿Estás contenta de tus dos décadas como artista?
-Claro. Ésta es una profesión compleja en la que hay que ser muy constante. Yo soy muy trabajadora y me siento orgullosa de lo conseguido…
-¿Cómo te sentiste cuando se habló de “Tamara la buena” y “Tamara la mala”?
-Es que eso pasó al principio, cuando tenía quince años. Mientras fuera la buena… Aunque igualmente puedo ser un poco mala… (risas).
-También se sacó una polémica relacionada con tu padre…
-Yo tengo dos papás, puesto que me he criado con los dos. El biológico, como persona que es, se equivocó. Todos lo hacemos alguna vez. Se le dijo que me estaba perjudicando como hija… y ahí se paró. Lo único que no me gustó es que hablara un poco mal de mamá, con la que se lleva fenomenal y comen cada semana. Mi madre tiene una mentalidad fantástica.
-Presentas una botella de vino como es “Encanto”… ¿Eres sibarita o, como María del Monte, le tiras más al bocadillo de mortadela?
-(Risas) ¡Qué auténtica es! (Risas) ¡Pero yo también lo soy! Si se encarta un bocadillo de jamón, no te lo voy a rechazar pero ya desde pequeña, a mi madre le decía que, bocadillos de chóped para el colegio, no… Soy sibarita en el comer y, en general, a la hora de comprar…
-¿Has concienciado a tus hijos en lo que al Covid se refiere?
-Mucho. Se ponen sus mascarillas, usan su gel hidroalcohólico… Lo que pasa es que hemos tenido que protegernos de tanta sobreinformación. Entre los míos, gracias a Dios, no lo han cogido. Ahora mismo todos somos uno y debemos cuidarnos de forma global porque es algo que no concierne solo a ti y a tu círculo.
-Vais por cuatro niños… ¿Ha sido planeado?
-Yo quería tres y la vida me ha regalado cuatro, dos niñas y dos niños. Lo que sí te digo que el cuarto no vino por sorpresa. Nos animamos, a ver si salía un varón, y así fue…
-¿Los apoyarías si quisieran seguir tus pasos?
-No me gustaría, pero claro que los apoyaría, igual que hicieron conmigo en mi casa.
-¿Eres amiga de tus hijos?
-No, no… De amiga, nada. Mis hijos son mis hijos y yo soy su madre. Mi hija mayor me “roba” los jeans, pero eso no tiene nada que ver. Debes llevarte bien con ellos, entenderlos, escucharlos… Son seres humanos diferentes a ti y es normal ese acercamiento.
-¿Lo dejarías todo por los tuyos?
-Sí… Lo haría. Bajo los principios que me han enseñado son lo primero. Me faltaría algo, por supuesto, pero lo haría. La mujer tiene que hacer lo que le dé la gana y yo lo he hecho, pero, llegado el caso, no lo dudaría.