“Ángel de amor” es el primer disco de estas andaluzas que, tras años luchando por separado para hacerse hueco en la música, se han unido de la mano de uno de los ex integrantes de “La Quinta Estación”, con quien sorprenden a través de canciones con aires rancheros y una llamativa estética necesaria en este tiempo estival.
Tatiana y Sheila, de 18 y 21 años, llegan al mercado musical pisando fuerte gracias a un equipo de prestigio que ha confiado en ellas para un proyecto en el que el pop mexicano es el protagonista. Dos voces flamencas en separado que han sabido compactar para un trabajo de melodías pegadizas que pronto dará el salto al otro lado del Atlántico.
-¿Qué creen que aportan al panorama musical?
-(Tatiana) Traemos pop mexicano y de eso no hay nada aquí. Baladas que tratan el desamor. ¡Nadie nos quiere en ninguna canción! (risas). Uno de nuestros compositores era componente de “La Quinta Estación” y ha sabido impregnarnos de la esencia de allí. Además un estilista nos guía con la ropa que debemos usar acorde a lo que interpretamos. Creo que ya debemos abandonar las botas con este calor…
-¿Pueden trabajar dos chicas juntas sin discutir?
-(Sheila) Sólo nos conocíamos de coincidir en escenarios pero hemos congeniado genial, tanto cantando a dúo como en el carácter. Ambas somos muy nerviosas y nos encanta el “cachondeo”, sabiendo ponernos serias cuando es lo que toca.
-¿En qué se parecen a otros dúos como “Azúcar Moreno”, “Sonia y Selena” o “Ella Baila sola”?
-(T) A las hermanas Salazar solo en la apariencia, morenas, de pelo largo, pero en el estilo no tenemos nada que ver. A Sonia y Selena en el toque comercial, y de Marta y Marilia quizás tengamos la parte melódica, pero esperamos no acabar peleadas como ellas.
-¿Piensan que existe un “Ángel de amor”?
-(S) Cada uno tiene a alguien a quien le reza cuando esta mal, y eso ocurre bastante con las relaciones sentimentales, que nos afectan demasiado. Hay veces que no puedes salir del tunel sin que algo te ilumine.
-Y… ¿Qué otras cosas le piden?
-(S) Solo seguir trabajando como estamos haciendo. Ha sido un camino muy duro, y también bonito. Estamos contentas porque vemos que es real eso de que toda lucha tiene su recompensa. Me siento bien por no haber intentado nunca tirar la toalla.
-Hablan de “Falso amor”… ¿Creen que hay uno verdadero?
-(S) Pienso que solo lo es el de una madre.
-(T) Para mí estoy viviéndolo en este momento, basado en la sinceridad, el respeto y la confianza. Él me apoya desde el primer momento y me siento protegida. No es necesario que el amor verdadero tenga que ser eterno, puede haber varios a lo largo de tu vida y que todos sean igualmente puros. En estos tiempos es muy dificil decir “para siempre”. Disfrutar del momento es la base del éxito. Muchas veces el amor está acabado y sigues estirándolo sin sentido. Desde la primera vez que se pasa mal hay que hablarlo para buscar soluciones o cortar, y no pasa nada.
-¿Están preparadas quienes solo se fijen en su físico?
-(T) Sabemos que ahí tenemos un potencial y es normal que lo explotemos. Intentamos ir monas siempre y adaptarnos a lo que el mercado pide, y más ahora en verano. Nos ponemos “tops” y pantalones cortos adecuados a nuestra edad. Queremos trabajar y hay que irse acomodando a lo que se necesite siempre que no sea algo que traspase nuestros límites. Lo importante debe seguir siendo simpre nuestro trabajo, cantar.
-¿Que opinan de las que solo buscan provocar, como Miley Cyrus?
-(S) Hay que tener mucha personalidad para eso. Le gusta la polémica porque sabe que vende. Ha pasado de ser la dulce Hannah Montana de Disney a, directamente, ir en bragas y rozándose con todos los elementos del escenario. Es marketing puro y duro, algo que no me parece mal. Es eso de “que hablen mal de mí, pero que hablen”
-¿Les importa el que dirán?
-Entendemos que a todo el mundo no le puede gustar todo y las críticas están muy bien porque es con lo que se se aprende. Ahora bien, hay que escuchar a quien te quiere porque sabes que buscará lo mejor para tí. Luego están las redes sociales donde, sin poner cara, se puede decir cualquier cosa y muchas de ellas pensando en hacer daño. Hay quien en twitter hace “porquerías” aprovechándose de que nadie sabe quiénes son o de que no estás en su círculo para poder pedirle explicaciones. Eso me parece de cobardes.