Fran Rivera y Lourdes Montes se casaron ayer en Ronda confirmando que, cuando los sentimientos existen, nada (ni nadie) puede frenarlos Queda claro que Lourdes Montes es una mujer valiente, madura y decidida y, su boda con Fran Rivera, es la mejor prueba de ello. A estas alturas ya todos sabemos los pormenores del enlace y hasta hemos visto la “exclusiva” foto de la novia con su traje blanco. 380 invitados –nada de compromisos-, para una ceremonia oficiada por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, en la que, entre los pocos famosos que se dieron cita, Manuel Díaz, “El Cordobés”, con Virginia Troconis; César Cadaval; el tío de Lourdes, José Manuel Soto; “Farruquito” y su familia o Rocío, hermana de Vicky Martín Berrocal. Mucha pamela, mucha chistera y otra esplendorosa pareja como es la formada por Eva González, bellísima con vestido de Antonio García y pamela de Tolentino, y el hermano del novio, Cayetano. Todos alrededor de unos enamorados que, en cuanto puedan, se casarán por la iglesia pero que, este enlace en concreto, han querido celebrarlo con un almuerzo de pie en un entorno sencillo y rústico que no hacía, por su sencillez, sino realzar a los grandes protagonistas de la noticia. Un matrimonio que confirma cómo, cuando hay sentimientos entre dos, pocos son los enemigos que pueden con ellos a pesar de que, si analizamos con detenimiento los pormenores que rodeaban a ambos, inconvenientes en el camino ha habido… y no pocos. Primero porque, cuando Lourdes conoció a Fran, hace dos años en la Feria de Abril, ella tenía una pareja consolidada que, al tiempo, llegó a romperse para dar paso a esta nueva relación para la que tampoco parece haber sido un problema ni la década que los separa (ella 29, y él 39 años), ni la fama de conquistador que siempre ha perseguido al hijo de “Paquirri” (y que, cara a un compromiso tan formal, podría causar recelos en cualquier chica que se plantease este “sí, quiero”). Sin embargo, el atractivo novio se propuso conquistar a “la mujer de su vida” y, con más pruebas que palabras, poco a poco lo fue consiguiendo hasta convencerla de que, por su parte, él era aquel para el que tantas veces había imaginado ese inmaculado modelo nupcial del que también todos hemos podido opinar a través de las redes sociales. “Gracias en nombre de Lourdes y mío por tantas felicitaciones. Gracias de corazón”, publicaba el diestro precisamente en una plataforma como twitter la cual, durante todo el sábado, echó humo. Ahí encontramos a la mencionada Rocío Martín Berrocal, vestida de la firma de su hermana; a Tana, hija de Fran y Eugenia Martínez de Irujo (junto a la que, más allá de las “segundas oportunidades” que se comentaron –y al aparente interés de la duquesa de Alba en que volvieran-, no regresó), con una creación de Roberto Diz; y hasta a varios asistentes en el autobús camino de la finca “El recreo de San Cayetano”, donde nació el abuelo del contrayente, Antonio Ordóñez, y ha tenido lugar el festejo. Dicen que la “luna de miel” es probable que la pasen en el Congo aunque, la verdad, que ése es otro capítulo de esta historia con final feliz que nos hace creer en que, la aventura del amor, siempre merece la pena correrla.
