Alba Molina “En el amor he desaprendido cosas que creía y que no son”
La hija de Lole y Manuel se presenta como cantaora de flamenco con un disco en el que homenaje a la figura de su padre, fallecido este año
Han pasado quince años desde que lanzara su primer disco en solitario. Después proyectos como Las Niñas o Tucara, junto a su pareja, Andreas Lutz, se convirtieron en los siguientes pasos de una carrera a la que llega ahora, a sus 38 años, “Alba canta a Lole y Manuel”. Mucho más madura y calmada, la maternidad de sus dos hijos, Lucía, de 14 años, y Ángelo, de cinco, le ha hecho ver la vida desde otra perspectiva. Ésa que le acerca aún más a sus padres, dos genios de la música para los que solo tiene buenas palabras.
-Cara al público nunca había cantado flamenco…
-Nunca. Imagínate. Soy gitana y en mi forma de vivir, y en muchas cosas, se me nota. Incluso aunque no cante flamenco ahí está mi raíz pero nunca había hecho de cantaora. Es bastante difícil pero los retos que uno se plantea en la vida son para hacerlos bien, no para dejarlos a medias o probar. No considero que lo mío sea flamenco ortodoxo pero va en mis genes. De hecho, mi madre cantaba embarazada de mí y esa escuela la tengo. No hace falta que nadie me lo diga. Eso me facilita a la hora de interpretar unos temas que a boca llena reconozco son lo más difícil a lo que me he enfrentado.
-Hábleme de su padre como persona y como artista…
-Todavía me cuesta bastante pero no creo que haya otro como el mío. Fue el mejor en todo. Como persona, alegre, positivo, enrollado, divertido… Musicalmente tiene la llave. No sé cómo expresarlo de otra forma. Alguien talentoso en su manera de comer, de sentarse, de echarse en el sofá… Un tío muy especial.
-Se refiere a él en presente…
-Por supuesto. Cuando no queda más remedio que hablar en pasado, porque la frase me lo pida, lo hago pero me cuesta. Mi padre está vivo en mí.
-¿Qué diría él si le escuchara?
-Me gustaría saberlo y me lo pregunto con frecuencia…
-Porque su madre, ¿qué ha opinado al respecto?
-Ella se ha limitado a sentirlo. Y ha llorado bastante… Nada más.
-¿Cómo la ve a ella?
-Es un ser muy especial, alguien con una gran capacidad de llegar a los corazones. Más espiritual que mi padre, que era más cercano. Es como la reina (risas).
-¿En qué le ha condicionado ser hija de Lole y Manuel?
-En nada. De niña no era consciente pero ahora me siento privilegiada y agradecida, Y muy feliz y muy contenta. Son los mejores padres del mundo. Si alguien me puede echar la pata con eso, que me la eche pero es mi opinión.
-Quince años como artista… ¿En qué ha cambiado?
-Desde mi perspectiva, en todo. He dado vueltas por muchos sitios, me lo he pasado muy bien, he conocido muchas cosas, he visto lo que no hay que hacer también… No puedo decir que haya sido en vano. Todo ha sido un aprendizaje bastante fuerte. Musicalmente he hecho lo que, en cada momento, me ha dado la gana y me ha salido más o menos bien.
-¿Y personalmente?
-Los años te paran un poquito. Estoy más tranquila ahora. Todo lo que me ha pasado me ha hecho venirme un poquito abajo. Yo me lo noto.
-Siendo madre entenderá mejor a su madre…
-Pues sí. Todas las madres lo dicen y así es. Las madres son madres por algo. Eso tiene mucha guasa. Nadie te da un manual para serlo. Posiblemente es lo más bonito pero es una “leña” que no veas…
-¿Es una mamá muy protectora?
-Con mi hija, que es una mujer ya, tengo una relación como la que yo tengo con mi padre. Somos muy amigas, sale conmigo, vamos juntas a muchos sitios y me cuenta no todo pero casi todo, como yo hago con mi padre. Claro que, por la edad en la que entra -en la que uno cree que lo sabe todo-, tengo un poco de miedo. Y con mi niño sí soy protectora. Es distinto. Como son de diferentes padres cambian entre sí pero, en la parte mía, sí que se me parecen. Nos entendemos bastante bien los tres. A Lucía la tuve con 22 y a Ángelo con 32. En eso la edad también influye.
-Y en el amor, ¿qué ha aprendido?
-Más bien he desaprendido cosas que creía y no son. Es complicado, jodido, complejo… Siempre he sido muy enamoradiza, pasional, aventurera pero ahora estoy más tranquila. Entiendo que serán cosas de los años. No solo es lo que todo lo que quieres a una persona. Hay otros muchos aspectos a tener en cuenta más allá que hacen falta para que una pareja funcione y que son casi igual de importantes que el amor: el diálogo, la comprensión, la tolerancia, ponerse en el lugar del otro… Eso cuando eres joven no se sabe ni tienes ni idea. Soy Sagitario a muerte, muy pasional pero sé que es necesario también serenarse, conformarse. Casi siempre lo que uno quiere no es lo que necesita y hay también que mirar esto aunque sea más feo. 
Maquillaje y peluquería: Constantino Sánchez
Producción: Josan Muñoz
Fotografía: Selu Oviedo
Ayudante de fotografía: José Manuel González
Ubicación: Isla Mágica
Complementos: Anfermoda y Florsali
Zapatos: Emporio Donna
