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Tras la separación de Auryn en 2016, y después de varias colaboraciones de éxito, el granadino David Lafuente lanza “Quiero Olvidarte”, donde puede ser más él que nunca.

Por Ricardo Castillejo

No le gusta la rutina y siempre apuesta por el cambio radical, de ahí su nueva imagen, rubio y rapado. Y es que su carrera ha variado mucho en tres años, pues ahora su manager lleva la contratación y él se encarga de todo el trabajo creativo, desde los carteles, hasta las portadas de los “singles”, su banda, los hoteles, las salas donde canta, la ropa…. David reconoce que se cansa más que un artista al que se lo dan todo hecho, pero se siente mucho más realizado y le compensa.

-En este negocio hay que estar reinventándose día a día…

-Hay que arriesgar y, como somos artistas, podemos jugar y hacer mil cosas. Me gusta probar diferentes opciones y estilos para ver dónde estoy más cómodo. 

-¿Qué “feedback” has tenido tras el cambio de “look”?

-Ha sorprendido y ha gustado muchísimo. En cuanto a mi imagen, igual que con la música, siempre me dejo llevar y no tengo nada definido. Creo que voy por buen camino. 

-Musicalmente has dado también un pequeño salto…

-Quería dar mi sello a mi música y hacerla más vocal. Mi voz es muy melódica y me iba mucho al trap o al reggaetón. Ésa no era mi línea. Mi sueño es hacer el pop que se hacía en los 90. 

Supervivientes” o “Gran Hermano” son un prototipo de televisión y de programa que están hechos para lo que están hechos. Sales, te hinchas a hacer discotecas, tus canciones suenan mucho pero luego, ¿qué queda? Ya te encasillan, eres “de Telecinco”…”

-¿Y el mensaje de “Quiero olvidarte” es por algo en especial?

-En este caso no es una experiencia propia. Ha sido un trabajo que me ha producido Juanma Leal, que ha trabajado con Bisbal, Bustamante y nombres muy reconocidos. Hemos hecho varios temas diferentes, incluso había algunos que eran muy Maluma tirando al trap y le dije que era lo contrario a que estaba buscando. Estuvimos tres meses en Cádiz hasta que llegamos a este sonido que era el que quería: fresco, alegre, bailable, con letra y que puedo defender en directo. 

-En su momento optaste por ir en solitario… ¿Te ha merecido la pena?

-Sí. Cada decisión que tomamos lo hacemos porque así lo sentimos, aunque luego pueda salir bien o mal. En solitario estoy muy a gusto porque, aunque es cierto que no es tan rápido, me encuentro estable y feliz, que es lo importante. Me siento lleno tanto a nivel personal como profesional.

-¿Cómo es tu público?

-Tengo un poco de todo. Están los fans de Auryn, que me apoyan, y el público nuevo que se está sumando. Noto que tengo mi hueco aquí en España, algo que es muy difícil porque cada día salen diez intérpretes nuevos. 

-¿Echas de menos en televisión algo que te haga estar más presente, aunque no sea musical?

-Sí, pero no encuentro en España la plataforma que vaya conmigo. A un “reality” no voy a ir, me han ofrecido millones de veces “Supervivientes” y “Gran Hermano Vip” y he dicho que no. Prefiero vivir debajo de un puente que ser lo que no quiero ser. Soy artista y cantante, no soy un personaje del corazón ni nada de eso. Mejor ganar menos dinero y ser feliz. 

-¿Dónde te verías tú?

-De jurado me encantaría o de actor en alguna serie de Netflix tipo “Élite”… Ahora mismo no encuentro ningún formato donde pueda encajar.

He ido a manifestaciones gays y LGTB pero en España debes temer que, si hablas, te tienes que poner un chubasquero porque te cae por todos lados”

-Es normal que la gente quiera saber de sus ídolos pero, ¿hasta dónde estarías dispuesto a compartir?

-No tengo problemas en compartir nada, pero hay una línea muy fina que te hace convertirte en personaje. “Supervivientes” o “Gran Hermano” son un prototipo de televisión y de programa que están hechos para lo que están hechos. Sales, te hinchas a hacer discotecas, tus canciones suenan mucho pero luego, ¿qué queda? Ya te encasillan, eres “de Telecinco”… 

-Hemos celebrado estos días el Orgullo LGTB en un momento en el que la ultraderecha ha llegado a España… ¿Tienes alguna reflexión al respecto?

-Es una minoría que hace mucho ruido y que, de una manera o de otra, está en el Gobierno. Debemos seguir defendiendo nuestros derechos y sobrevivir a quienes quieren quitar el Orgullo… ¿Cuántos millones de euros da eso a Madrid? Y no solo eso. En general este país va dando pasos hacia atrás. Estamos en el siglo XXI y estos radicalismos y estas tonterías deberían acabar. 

-Muchas veces los artistas, que sois un altavoz social, optáis por no manifestaros…

-Este año he ido al Orgullo a cantar y mi forma de defenderlo es estar ahí. He hecho mi vida como he querido y he defendido mis derechos en la medida que he considerado necesario. He ido a manifestaciones gays y LGTB. En política me he puesto hace un año y medio. Pasaba olímpicamente, no me gustaba ningún partido y nunca he votado, que es un fallo. En España debes temer que, si hablas, te tienes que poner un chubasquero porque te cae por todos lados. 

-Sin embargo, no te ha dado miedo salir desnudo en fotos…

-No (risas). Al final eso se juzga menos. También soy un chico, que es diferente a si fuera una chica, que escandaliza más… Me siento ahora mucho más liberado que antes, también porque estaba en una formación donde tenía que respetar a muchas personas y no podía salirme de ahí. Ahora intento avanzar un poco y hablar abiertamente de todo. 

-En Auryn había leyendas y, entre ellas, estaba el quién era gay de ellos…

-Eso que cada uno haga sus deducciones y ya está… (risas). Ahí no me meto. 

-¿Se podría escribir un libro de escándalos de Auryn?

-De cualquier asunto se podría escribir un libro de secretos ocultos. Hasta de mi vida o de la tuya. Siempre habrá algo que no se sabrá.

-¿Volverías a formar un grupo?

-No. Tendría que ser con mi hermana, como Kiko & Shara (risas). Pero no me meto más con desconocidos en ningún sitio. No por nada, sino porque tengo ya 30 años y no me veo en una “boyband”.

-¿Con quién te gustaría a ti coincidir en un escenario?

-Con Ricky Martin. Él es para mí un referente de ese pop auténtico de los 90. Demi Lobato me gusta también mucho…

-El público está muy susceptible en el tema de las letras…

-Están susceptibles para lo que quieren. porque luego las canciones que más se escuchan son las que tienen unas letras para estudiarlas… Es increíble el mensaje que dan a jóvenes de alcohol, sexo y rock & roll constantemente que no lo entiendo. Siempre intento que en mis letras no existan esos mensajes.