La presentadora y actriz participa en el rodaje de “Santiago Apóstol”, coproducción de varios países en la que comparte cartel con otros populares como Ana Obregón o Bertín Osborne
Ha pasado dos semanas en Almería rodando escenas para una película que, según ella, marcará un antes y un después en el cine ya que, gracias a la unión de profesionales de varios países, es posible realizar un producto de calidad que, en principio, se estrenará para la Semana Santa del año que viene. Hasta entonces son muchos los proyectos que tiene pendiente Ivonne Reyes quien, tal y como nos cuenta en esta entrevista exclusiva, se encuentra en un momento importante de su vida.
-¿Cómo surgió este proyecto? ¿De qué forma se pusieron en contacto con usted?
-Pues me llamaron porque son productores que conozco desde hace bastante y me ofrecieron participar en el rodaje con uno de los dos personajes que quedaban. ¡Menos mal que era cortito porque si llega a ser largo para aprenderse todo eso…! (risas). Es muy bonito porque tiene una carga dramática grande. Era una mujer que quería lo mejor para sus hijos y sale en la primera parte de la película (en la que también está Jesucristo). Luego llega Herodes, las muertes… He terminado agotada pero con ganas de continuar porque es una producción espectacular. Las peleas a caballo, la iluminación…
-¿Digamos que su faceta como actriz pesa ahora más en lo laboral?
-Lo que siempre me he sentido es actriz. Luego, en el mundo del espectáculo haces de todo: modelo, intérprete, presentadora… Pero hay un vínculo entre todo eso y es la responsabilidad de hacerlo bien. Me encanta aprenderme el personaje, profundizar en el rol… Hacía tiempo que no me llamaban para el cine…
-¿Se queja, como otras compañeras de profesión, de que en la madurez faltan oportunidades?
-No. Para nada tiene que ver con eso. Mi problema es el acento y que soy Ivonne Reyes. Soy muy televisiva y he estado mucho en el mundo “rosa”, a veces queriendo y otras sin querer. Es de agradecer el interés pero a los directores no les gusta eso. Por lo demás puedes tener ochenta años y seguir interpretando. Para el actor no hay edad. De hecho escogí a Salomé para que se pudiera valorar más esa faceta mía…
-¿Entiendo entonces que ser popular le ha perjudicado?
-No, no. Es más, he hecho y sigo haciendo muchas galas. Lo que sí que no es fácil, de momento, abrir hueco como actriz por lo que te contaba. He hecho 500 cursos de dicción para hablar castellano, de expresión corporal… En Estados Unidos no es igual y creo que es lo ideal porque sería un reflejo de la vida misma.
-¿Planes para verano?
-Ni idea. Llevo sin vacaciones un buen rato. La gente piensa que porque no sales en la tele no haces nada. En algún momento me escaparé pero solo programo el horario de mi hijo y de sus campamentos.
-Su niño que ya, con quince años, es un hombre…
-Es que yo soy una madre pesada. Hasta que tenga 18 ó 20 no lo dejaré solo (risas). Ya se ha ido muchas veces de campamentos que él ha elegido. Es muy independiente y tiene claro que se quiere ir. Es bonito que viva en diferentes países. Hay que conocer otras culturas y otros idiomas.
-¿Y usted? ¿Cómo está?
-En una etapa muy dulce. Emocionalmente, tranquila. Hace falta lo mismo a nivel de pareja. Necesitamos tiempo para nosotros y, en cuanto a la boda, él tiene una agenda apretada y las fechas que ha querido no han podido ser. Queremos hacer algo divertido y bonito y le estoy dando su tiempo.
-¿Qué le pide a una pareja?
-Disfrutar más en conjunto. Me gusta estar en familia y nosotros somos tres, con lo que no es sencillo. Me tengo que repartir y hacer magia. La complicidad y la fidelidad existen y el respeto por ambas partes, también.
-¿Su hijo es su principal prioridad?
-Sí. Es lo mejor que he hecho en la vida. Ahora toca la parte “teenager”. No es rebelde. Al contrario, me ha salido muy dócil, con un carácter muy bueno. Eso tiene mucha relación con la compenetración y la presencia. Comemos, viajamos juntos… No me puedo quejar a pesar de que también saco mi “militar” a pasear de vez en cuando para mantener las reglas. Soy bastante estricta en la educación.
