Al menos, de momento. Así de contundente se mostró Kiko Rivera ayer en “Sálvame”, donde fue llamado por su amigo, Rafa Mora, para que entrase en directo. Una llamada que traerá cola y en la que el DJ, recién llegado de Nepal, comentó que su prima, Anabel Pantoja, ni le aporta nada, ni le interesa y que, por esa razón, ha dejado de seguirle en redes sociales. Ella, por su parte, realizó declaraciones como que él si le ha dado mucho: “cosas buenas y también muchos disgustos”. “No le puedo aportar quizás en contenido, porque no le interesen mis bolsas ni mis joyas o que yo me haya partido el tobillo pero son 34 años…”, explicaba la sevillana tras las sorprendentes palabras de su Kiko. “Yo soy como un avestruz (que esconde la cabeza) porque no quiero perder a ninguna de las dos partes”, prosiguió Anabel, para apostillar. “Él quiere que me ponga de su parte y que pierda a la otra” o “Es la guerra tuya con tu madre. No la mía”.
Por su parte, el hijo de Isabel Pantoja reconoció que, si alguien no quiere escuchar su verdad, para qué tenerlo cerca, al tiempo que recordó cómo empezó la separación con su prima. “Yo dejé un poquito de lado a mi prima el día que su contestación fue que no quería que le enseñase nada”, explicó para abrir la puerta a una posible reconciliación. “Claro que se puede solucionar, seguramente, pero si ella dice que se ha sentido sola, yo llevo sintiéndome sola unos cuantos meses” (…) o “Tengo una disputa con mi madre y casi con mi familia entera”, fueron algunos de sus pensamientos al respecto.
Para terminar, Kiko confirmó que, las querellas contra su tío Agustín -por estafa, administración desleal y apropiación indebida-, siguen interpuestas porque, entre otras razones, está esperando que le devuelvan los enseres que Paquirri, su padre, le dejó en el testamento y que, según le habían dicho, aún no los habían encontrado. “Parece que se están riendo de mí”, concluyó nuestro protagonista, cada vez más seguro de su camino… y de su destino.