Ayer domingo, la gala de la actual edición de “Operación Triunfo” hizo historia en la televisión española estando el presentador, en lugar de en el plató, en su casa y acompañado de su perra, la chiguagua Pepa. Ante la situación actual del Coronavirus, la dirección del programa optó porque Roberto Leal se quedará en su salón para, desde allí, dar paso a las actuaciones de los concursantes, quienes se encontraban en la sala de ensayas en la única compañía de la directora de la Academia, Noemí Galera. 

Claro que hubo varios fallos técnicos, debido a la complejidad de una retransmisión en la que no hubo ni público, ni bailarines, ni chat. Tampoco hubo expulsado, ya que ningún participante puede salir del recinto en el que, de momento, se encuentran, lo que no impidió en que pudieran hablar por videollamada con sus familiares para asegurarse que todos estaban bien. Unos emocionantes instantes que dejaron las dudas en el aire de cuándo será la siguiente emisión o de cómo se sucederán los acontecimientos en futuras ediciones de un “OT” muy diferente a lo que estamos acostumbrados.

Los jueces hablaron a través de un plasma, desde una sala aparte, y sin tener que nominar a nadie y no hubo coreografías. Mientras, Pepa, la mencionada mascota de Roberto -como Carmen Sevilla en sus mejores tiempos, en zapatillas-, se convertía en protagonista indirecta, generando multitud de “memes” y descansando en las rodillas de su dueño, el cual dejó un mensaje final claro y contundente: “De esto saldremos todos juntos”.