La artista, que acaba de lanzar su nuevo álbum, “Kairós”, volvió en julio a convertirse en portada de “Sevilla Magazine” cuatro años después de haber sido el primer rostro popular en asomarse por las páginas de nuestra revista
Defensora de la paz y la armonía, Rosa presenta unos temas nuevos que no son sino el reflejo de un interior puro desde el que en cada entrevista comparte sus emociones sin trampa ni cartón. Más allá, en paralelo al lanzamiento de “Kairós”, la artista acaba de cerrar en televisión la primera temporada de “Soy Rosa”, “reality” donde los espectadores han tenido la oportunidad de conocerla alejándose de clichés como “Rosa de España”. Muchas y muy buenas razones para convertirse, el mes pasado, en portada de “Sevilla Magazine” en cuyo interior, una vez más, la “estrella” de nuestra protagonista ha vuelto a brillar con luz propia.
-Afirmaste que estabas por retirarte de la música… ¿Cuándo decidiste afrontar este proyecto?
-Bueno, ha habido más de un momento en el que he pensado dejarlo todo pero siempre saco fuerzas y me acuerdo de lo luchado. Todo esto ha salido de mi mejor amigo, Raúl Berdonés –un granadino de 36 años-, que montó un imperio en el que está Ten Televisión. Él intermedió con Universal Music, me ofreció a “Tu cara me suena”… Y luego coincidió el encuentro con los compañeros de “Operación Triunfo” –gracias al que vi luz- y, entre unas cosas y otras, recuperé la ilusión.
Rosa posa en la piscina del Hotel Barceló Gran Renacimiento vestida por por Sara R. by MSA’.
-¿Por qué es el álbum más importante de tu carrera?
-Porque estoy en otro punto, a nivel personal y profesional. Ya no tengo miedo a nada. No sé si es la edad pero es que no quiero demostrar nada. Solo quiero disfrutar. Solo tenemos una vida. Muchas veces me he preguntado: “¿Por qué no soy del todo feliz si me dedico a lo que más me gusta?”.
-Porque a la Rosa que fuiste, ¿desde qué sentimiento la contemplas?
-Me da como vértigo y, en paralelo, me ilusiona. Es de la que me alimento. Cada paso que doy es acordándome de aquella Rosa para no perder lo que me hacía sentir bien. Si con veinte años y menos experiencia y menos consciencia algo se hizo bien, ahora que tengo ganas de ir sin a por todas y sin temores (y si los hay forman parte de este crecimiento), lo normal es que todo salga mejor. Ha habido muchas críticas en redes sociales que en otro momento me hubieran aplastado la autoestima pero que ya no me afectan.
Rosa vestida por Javier Simorra para Sevilla Fashion Outlet.
-En el programa de Bertín Osborne que hiciste dio la sensación de que te avergonzabas de tus orígenes humildes…
-Para nada. Jamás me dará vergüenza de un padre luchador y emprendedor y de una familia que, aunque no haya tenido para comer, ha sido muy feliz. El mundo de la “tele”, por tiempo, no te deja acabar tu discurso. Empecé contando la historia de mi padre y que era agricultor pero había más. Me daba un poco de apuro explicar que, aparte, en alguna ocasión tuviera que pedir o que recoger paneles con su furgoneta para que pudiéramos comer.
-¿Has odiado a alguien alguna vez?
-¿Odiar? No, no… Nunca… Jamás… ¡Qué cosa más fea ésa! Fíjate que con mi madre, que es lo que más quiero, con 16 años sí tuve una etapa rara porque a esa edad piensas que lo sabes todo y ella no me dejaba hacer todo lo que quería. Pero mis padres estuvieron pendientes de que el árbol no saliera torcido. El odio me parece un sentimiento horrible.
-Hablando de temores, ¿se lo has perdido también al amor de pareja o tal vez has dejado de creer en eso?
-Vamos a ver. No tengo pareja pero si algo tan bonito y tan puro aparece no se puede esconder. Hace poco fui a un supermercado con un amigo y de repente apareció un hombre echándome fotos y me dio un susto tremendo. Pero enseguida pensé: “¡Si no estoy haciendo nada!”. Lo malo de esto a lo que me dedico es que, si ya de por sí no es fácil la cuestión emocional, si encima le añades factores que limitan… Me daría miedo cargarle el peso de mi popularidad a alguien. En general me he centrado mucho en mi música pero tampoco ha aparecido nadie en este sentido. Y no es cuestión de que sea clásica o tenga que casarme. Todo el mundo hace de todo con todo el mundo y me he vuelto un poco escrupulosa. Además no quiero que nadie ni nada haga daño a los míos. Prefiero calidad a cantidad.
La intérprete granadina vestida por la firma Nuribel.
-¿La relación contigo cómo va? ¿El espejo es un aliado o un enemigo?
-Esto es como el peso. A mí me da igual lo que la báscula me marque. Lo que quiero es verme bien. El espejo no es mi aliado. Mi aliado es lo que siento. Esa etapa del espejo ha pasado.
-Hace dieciséis años te conocimos en “OT”, cuya fórmula se vuelve a rescatar para la próxima temporada. ¿Cuál sería la recomendación que harías a los concursantes (y que lo mismo te hubiera venido bien si alguien te la hubiera hecho a ti)?
-Es imposible que nadie pueda darte consejos. Cada persona y cada instante son de una manera. Hay que experimentar las situaciones porque no hay ningún tipo de fórmula que te haga digerir mejor lo que te pase. Es difícil decirle nada a alguien que viene con tantas ilusiones y a “comerse el mundo”. Que cada uno haga lo que quiera pero que busquen el equilibrio. Y que sean los arquitectos de su propio destino sin dejarse llevar por la vanidad.
Reportaje gráfico: Nacho Álvarez
Ayudante y fotos Making of: Ana Otón
Maquillaje y peluquería: Reyes D. Ramírez (equipo de Paco Cerrato)
Producción: Jesús Bolín
Complementos: Sabina y Sevilla Fashion Outlet
Agradecimientos: Arancha del Pino
Ubicaciones: Hotel Renacimiento Sevilla/ Cartuja Sport
