La actriz, que estrena hoy el Festival de Teatro de Mérida con “Medea”, continúa imparable a sus 64 años siendo uno de los referentes artísticos y sociales de nuestro país.
Cantante, actriz, bailarina, presentadora, musa de la democracia, mito sexual de varias generaciones… Poco hay de esta mujer nacida en Madrid en 1951 que no se conozca ya puesto que, desde los trece años (cuando rodó su mítica película, “Zampo y yo”), casi todo en su vida ha pasado por la mirada pública. Casada desde 1972 con Víctor Manuel San José –al que conoció trabajando en el teatro en 1971 y, posteriormente, en el cine con películas como “Morbo” o “Al diablo con amor”-, la que en realidad se llama María del Pilar Cuesta Acosta puede presumir de grandes proyectos y premios a lo largo de una carrera a la que, desde hoy, suma “Medea”, función que inaugura el Festival de Mérida de este año bajo la dirección de José Carlos Plaza. Un personaje ancestral que no hace sino consolidarla más aún como la gran diva de la escena que es y que, hasta el domingo, hará las delicias de los espectadores de tan ilustre histórico rincón.
A la vez, Ana continúa con la gira de “Canciones regaladas”, el disco que acaba de grabar junto a su marido después de tres décadas sin coincidir en un estudio. Un trabajo que ha permitido al matrimonio regresar a las carreteras y volver a tomar contacto con unos seguidores que, en el caso de ella, siguen celebrando éxitos como “El hombre del piano” y tantos y tantos otros que la señalan como una de nuestras celebridades más populares… y más deseadas. Y es que la artista, a pesar del paso del tiempo, no pierde ni un ápice de un atractivo que se ha mantenido intacto gracias a una seductora sonrisa, a una provocadora mirada y a un físico que, hasta el día de hoy, le acompaña.
Inolvidable protagonista de la versión cinematográfica de “La corte del faraón” –donde coincidió con Antonio Banderas-, favorita de otros grandes como Joaquín Sabina o Serrat, nominada por dos veces a los Grammy Latinos, Ana Belén es también la madre de David y Marina San José, continuación de una saga que deja el listón muy alto.